Ron no paraba de pensar en sus ojos, que le hipnotizaban y lo transportaban a una dimensión en la que sólo tenía que besar a Amanda.
Él tocaba la guitarra, amaba hacer canciones, sobretodo para su madre, a la que él consideraba el amor de su vida. Quizá había encontrado otro amor de su vida. Decidió hacer una canción para Amanda, varias.
Al salir de clases, sus miradas se volvieron a conectar, esta vez durante un tiempo más prolongado.
-¿Tío?- dijo Richard, un gran amigo de Ron.
-¿Eh?- contestó con la mirada clavada en Amanda, que se alejaba.
-¿Qué te pasa, joder? Estás muy raro hoy. Pareces retrasado-
-Ser retrasado y estar enamorado se escriben en la misma línea-
-¿Pero qué coj...-
-Tío he de irme- le interrumpió él.
Bajó rápido las escaleras, notando como Richard tenía los ojos clavados en su espalda. Ron bajó a un descampado no muy lejos con su guitarra, se sentía inspirsdo y debía plasmar todo esto en una canción.
Amanda volvía a casa pensando en él, en las mil y una aventuras que quiere pasar junto a él.
NOTA DE LA AUTORA:
Para empezar muchísimas gracias por leer mi novela, espero que les esté gustando a todos, ruego dejar comentarios para saber lo que piensan ustedes. Un besito, les dejo continuar.
Ella se sentó en un banco, estaba cansada del día, de sus cortes, de no poder ver a Ron, de la sociedad, de los complejos, de todo. Amanda se cansaba de la vida.
Se giró al escuchar unos acordes que la atrían de manera excesiva. Ella amaba la música, era lo único que siempre estaba ahí cuando lloraba, lo único que la entendía.
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Amor suicida
Teen FictionTodo comenzó una mañana gris, donde las nubes reinaban el cielo. Amanda estaba cansada, la noche anterior se la había pasado viendo reallities de mujeres modelos, deseándo tener uno de esos cuerpos de cine. Por otro lado, Ron estaba en camino al ins...