HASTA MI FINAL

Cap. 3 Extra - Noche de Bodas

Luego de que todos los invitados se retiraron, Ciel y Sebastian se dirigían a la que ahora sería su nueva habitación de pareja, obviamente ahora compartirían todo, y por ende también la cama.

Ciel estaba un poco nervioso, esta sería la primera vez que compartÍa su habitación con Sebastian, bueno lo había hecho antes, pero las condiciones no eran las mismas y tenía mucha vergüenza. Sebastian, en su condición de demonio pero también de ahora su esposo, pudo sentir los nervios de su amado conde.

- ¿Ciel estas nervioso? – dijo el mayordomo más como una afirmación que como pregunta

- N-no lo e-estoy... - dijo el menor desviando su mirada hacia un punto fijo en la pared

- Jiji, eres muy tierno ¿lo sabías? – respondió Sebastian mientras lo abrazaba tiernamente – por fin esposos

- Mmm – Ciel que trataba de calmarse, ahora se sentía más nerviosos al escuchar la última frase de Sebastian. "Esposos" era cierto, después de tanto tiempo por fin tenía a Sebastian junto a su lado, compartiendo el mismo apellido y podría tener ahora una familia.

- ¿Qué fue ese "mmm" mi amor? – pregunto intrigado el ojirojo

- Estaba pensando... – respondió el menor

- ¿En qué?- pregunto el mayor mientras empujaba a Ciel sobre la cama y este se ponía a su lado

- Estaba pensando en cómo sucedieron las cosas, en mis padres, en mi contrato, y que a raíz de eso te conocí – hablaba el menor

- ¿Te arrepientes? – preguntó con miedo el mayor, había la posibilidad de que Ciel se arrepintiera del contrato, es decir alma por venganza, cualquiera se arrepentiría.

- No, y sé exactamente porqué lo preguntas... es por el contrato¿no?... te conozco Sebastian – respondió el menor con orgullo pero sin soberbia mientras se volteaba a mirarlo de frente, algo que impresionó al mayor

- Pero cuando cumplamos la venganza, yo deberé tomar tu alma, ¿acaso no te da miedo? – pregunto el mayor sin burla, ni malas intenciones

- Sebastian, como conde y por mi trabajo sabes que el miedo es un factor que no puede existir- respondió el menor con seriedad

- ¿Y como un humano? – pregunto el mayor

- Como el humano que soy, sabes que no es posible, si me dejo llevar por todas las cosas humanas no podría realizar mi trabajo – respondió el menor con suficiencia

- ¿Y como niño? – volvió a preguntar Sebastian

- Ya no tengo 13 años Sebastian, tengo 19 – respondió

- ¿Entonces como alguien que es joven y que tiene muchas cosas por vivir? – pregunto de nuevo

- No sé a dónde quieres llegar con eso mi amor, pero si quieres la verdad es sí, tengo un poco de miedo, pero un trato es un trato, no puedo incumplir mi parte del contrato por miedo o egoísmo 

- Pero...

- Además – interrumpió Ciel – a pesar del miedo, tu tendrás mi alma, eso me hace feliz, que la persona que amo tenga mi alma dentro de su cuerpo y presente en todo momento, así no moriré, viviré contigo por toda la eternidad – dijo el menor son una sonrisa

- Ciel... - el mayor se había quedado mudo, aquellas sinceras palabras no se las había esperado – pero yo si... yo si tengo miedo de ese día, no sé si lograré llegar a cumplí mi parte, no quiero perderte – decía Sebastian aferrado al pecho del menor

- Pero sino me perderás, solo no estaré en cuerpo – decía el menor entendiendo a que se refería el mayor – Sebastian deberás cumplir con tu parte