Llegó a su casillero y sacó los libros de su siguiente clase, seguro que hoy sería un día inusual, todo menos agradable, tenía un raro presentimiento de que algo extraño iba a suceder pero lo dejó pasar porque entonces alguien interrumpió sus pensamientos.
-Dashie...
-¿Soarin? ¿Sucede algo?
El chico de cabellos azules sacó del interior de su chaqueta una rosa roja envuelta en un plástico traslúcido y atado con un lazo delgado y blanco.
-Me gustas desde el primer momento en el que te vi, he querido aclarar bien mis sentimientos y estoy preparado para lo que pueda venir, la verdad me gustaría iniciar algo contigo, prometo hacerte muy feliz. ¿Quieres ser mi novia?- que lindo sería escuchar eso.
Espera si lo estaba escuchando realmente, bueno, aún así le alegraba que sonara creíble.
-¡Oh, no puede ser! ¡Sí, sí quiero!- se abrazaron y escucharon aplausos y vitores de la gente que había visto dicha declaración y realmente algunos estaban sorprendidos y otros felices ¡Pero qué sorpresa!
Justo entre la multitud se encontraba quien ambos esperaban que viera todo y aunque no alcanzaron a ver sus facciones tenían asegurado que habían logrado su objetivo.
Después de todo el amor triunfa. Fin.
Ah, aún no. Rainbow se sentía extraña porque tener que aceptar ese tipo de propuesta seguramente había sido lo más tonto que había hecho; sin embargo cuando se hablaba de Soarin Storm todo era posible, justo ahora se estaba causando un martirio.
Ni idea de cuando había dicho que sí pero luego de ello el siguiente sí que daría estaba poniendo un inicio a toda esa farsa que tarde o temprano la iba a terminar en todas las formas posibles.
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Sea lo que fuera y a pesar de lo que dijeran ella se concentraría en ayudar al ojiesmeralda a conseguir su objetivo, sin importar el fingir que estaban siendo pareja para causar celos a su compañera de clase, mejor conocida como crush de su crush. No sabía casi nada sobre ella y sin quererlo ya le estaba cayendo mal, solo un poquito.
-¿Qué mierda está pasado, Dash?- la voz de Pinkie la hizo volver a su lugar.
-¿De qué hablas?
-Ese puto se te acaba de declarar de la nada y lo único que haces es darle el sí sin rodeos.
-¿Y?
-Dime a qué están jugando, de verdad.
-¿Nosotros? JAJAJAJA A nada, no pienses cosas que no son.
-Pero-
-Supongo que al final logré que se fijara en mí, no sé, es bueno.
-Vamos a imaginar que te creo pero no lo haré hasta que encuentre una explicación para todo ésto.
-No seas puños, créeme- reclamó con indignación aunque la pelirrosa estaba en su derecho, ni ella misma podía creerlo.
Sin más rodeos decidió irse dejando sola a la ojician que seguía desconcertada y olvidando su reunión con el castaño, mientras que ella intentaba asimilar lo que acababa de ocurrir.
¡Nuevo cap como siempre! Gracias por leer y votar, me hace muy feliz, de vez en cuando leo sus comentarios JAJAJAJA gracias a ustedes por leer uwu. En fin, esperen el viernes.
