Epílogo

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5 AÑOS DESPUÉS



SOFÍA






Mis manos no dejan de moverse de un lado a otro, temo tirar las flores que llevo en ellas así que aprieto mi agarre y sigo caminando por el frío césped.

Hoy después de 5 años me he atrevido a venir por primera vez a este lugar, hoy he reunido fuerzas para ver a mi padre y a mi hermana. Hoy se cumplen 5 años de aquel maldito día, 5 años del día en que murió mi padre, mi hermana mayor y para la familia murió Azul.

Llego a la tumba de ellos y depósito las flores en cada una de ellas, las manos me tiemblan y eso hace que un par de pétalos caían en las lápida.

Me limpió las lágrimas que están en mis mejillas, no soporto más, no soporto tanto dolor.

—Lo siento —les digo a ambos.

Para después sacar del bolsillo de mi chaqueta una bolsita con polvos mágicos. Rápidamente saco el polvo y lo inhaló por la nariz, —solo un toque, solo eso. Termino y regreso la bolsita a su lugar.

—Todo es más fácil así papá, todo es más fácil así.

Aún recuerdo aquel maldito día, lo recuerdo como si fuera ayer, esas imágenes jamás se me han borrado de la mente.

—Lo ví todo papá, ví como Azul se disparó en la cabeza, esa sangre en la alfombra jamás se borró al igual que las imágenes en mi cabeza. —Un par de lágrimas salen de mis ojos pero las limpío rápidamente. —Después de eso todo se convirtió en un infierno, mi vida se fue a la mierda, no había querido venir a verte pero al fin junte las fuerzas y vine.

No sé qué más decirle así que optó por contarle todo.

—Sabes, he sido testigo de muchas cosas; Azul se salvó papá, Azul no murió. Ese día después de verla en el piso llena de sangre fui escondida en el auto de él tío Jack al hospital, los doctores dijeron que se había salvado y sabes que; también dieron otra cosa, dijeron que Azul estaba embarazada. Ella iba a tener un bebé. —Al recordar eso abro mi mochila y saco mis libro o más bien mis diarios. —Mira, desde ese día comencé a escribirlo todo, Azul estaba embarazada, no lo podía creer y se lo dije a mamá; pero ella a cambio me dió una bofetada y me grito que jamás volviera a buscar ni mucho menos a nombrarla, ella dijo que Azul no era mi hermana.
Tuve miedo papá y no volví a buscarla, después de ese día no supe más de ella y ella desapareció papá.

Nada más de recordar aquellos momentos, mi ansiedad crecía y la necesidad de drogarme regresaba.

—No supe más de ella hasta hace más de un año, supe que ella estaba saliendo con alguien y si supieras de quién se trata te volverías a morir, yo tampoco entiendo que pasó con ella pero no importa porqué hoy es su boda, Azul se casa hoy, aunque no sé qué pasó con su bebé.
No la odio papá, jamás la he odiado apesar de que mamá se ha encargado de que Samantha y Bárbara la odien, yo no la odio.

Alzo mi cabeza al cielo y veo que el cielo está muy azul y lleno de nubes, papá siempre decía que eso era bueno, me quedé contemplado el cielo un momento y respirando para no llorar.

—Mejor te contaré de la niña de tus ojos, Valeria, ella también metió la pata; puedes creer que tú princesa se embarazó a los 17 años de Luca uno de los amigos de Alex el ex novio de Azul, no sé cómo sucedió pero mamá permitió que ellos se casarán y Valeria es feliz. Su hijo se llama Samuel cómo tú papá, es precioso y es el consentido de mamá, no debes preocuparte Luca ama a Vale, él la adora y vive por hacerlos feliz.

Samantha el otro huracán creo que es feliz, sabes, desde aquel día nos distanciamos, yo dejé de ser un huracán para ser una simple lluvia. Mamá ha hecho un gran trabajo con ella, la chica es idéntica a ella, es modelo y la chica más popular del instituto pero a mí no me importa.

Babi es la niña de mis ojos, siempre procuro que sea feliz y que no llore, creo que lo he hecho bien porque ella es una niña feliz, caprichosa pero feliz de eso me he encargado yo y lo seguiré haciendo.
Y yo... No quiero decir nada sobre mi, mejor sigamos con mamá; la señora se ha casado con un tipo que odio tanto papá, hace 3 años que están juntos y hace 3 años inicio mi infierno.

Limpió las lágrimas de mis ojos, mis manos tiemblan al igual que mis labios; estos miedos constantes los he experimentado últimamente, saco un cigarrillo de mi bolso y lo enciendo para llevarlo a mi boca. De doy una calada y después otra. Reúno fuerzas para hablar y lo hago.

—A los 13 años comencé a fumar y a esa edad me hice una que otra cortada, el día en que te fuiste deje a un lado a la princesa que era y me convertí en una simple chica papá. Después de probar el tabaco comencé a juntarme con personas raras y a probar drogas papá, mamá quería que fuera una princesa cómo Samantha pero el hecho que seamos gemelas no quiere decir que seamos iguales pero no importa ya que le he hecho creer que lo soy, finjo ponerme vestidos de marca, plastas de maquillaje incluso portarme con una niña bien con tal de que me deje en paz.
Soy otra persona cuando estoy con ella papá, una persona despreciable, frívola, pero la Sofía real es diferente. A la Sofía real gusta llevar su cabello esponjado como un algodón de azúcar, le gusta el color negro, le gustan los piercings, los tatuajes, le gusta hacer grafitis y le encantaría dedicarse a eso cuando sea grande. La Sofía real se droga papá, la Sofía real es miserable, la Sofía quiere morir papá, quiere morir.

Me pongo de piel y sacudo la tierra de mi carísima ropa.

—Tengo que irme papá, hoy iré a la boda de mi hermana aunque sea solo de lejos tengo que verla. —Me acercó a su lápida y le doy un beso a él y a la de Emily. —Aún no puedo creer que ella se case con el padre de él, aún puedo creerlo por eso tengo que verlo. Adiós papá, nos vemos pronto.

Le doy un último adiós y me voy.









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