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_ Me he desecho de uno, ahora sigues tu, Kamado Tanjiro, me aseguraré de sacarte de los límites

_ Tu espíritu es fuerte, pero he decidido que ganaré, y me esforzaré por ello

_ Bien, acabas de firmar tu sentencia entonces

Sin más palabras ambos usaban sus espadas para pelear, no era momento de soltar golpes aún, Himeko podía ser una chica, pero su fuerza y resistencia no la hacían lucir débil, por lo tanto Tanjiro no la trataría con tanto cuidado, pero procuraba no lastimarla. La chica se hartó de no llegar a nada y guardó su espada, comenzando a soltar golpes y patadas al azar, el de cabellos burdeos trataba de esquivarla, hasta que uno de esos golpes acertó en su estómago, provocando que cayera.

_ Te lo dije, mejor rindete, no quiero sacarte del límite a la fuerza

_ N-no, no me dejaré vencer tan fácil, daré todo de mi

La chica sin más lo tomó del brazo apretandolo contra su espalda mientras con su fuerza lo dejaba en el suelo.

_ ¿Estas seguro de eso? Tu condición ahora mismo dice todo lo contrario, mejor rindete, no es de un buen chico el hecho de no dejar ganar a una señorita, vamos, dejame estar al lado de Tomioka-San—susurró con dulzura a su oído—

Si Tanjiro pudiese explicar aquella situación, diría que la chica era el depredador y él tan solo una presa indefensa, pero no dejaría que aquel depredador ganara su puesto, hizo una promesa, y la cumpliría, las cosas no terminarían mal.

_ No vas a tener el puesto, porque ya lo he ganado

En un rápido movimiento logró zafarse del agarre de la chica, quedando de pie para seguir peleando, comenzó a moverse rápidamente esquivando cada golpe, trataba de dar pasos largos para no agotarse.

_ No quería llegar a esto, pero no me dejas otra opción Tanjiro-Kun

Con una agilidad Himeko mezcló los golpes al compás de movimientos de gimnasia, el de orbes carmesí debía saltar bastante alto para poder esquivarla, hasta que su técnica rindió fruto, pudo ver los movimientos contrarios mucho más lentos, hasta que por fin logró derribarla atacando sus piernas.

_ Te lo dije, el puesto ya lo he ganado, por favor, no me obligues a dañarte

_ ¿Dañarme? Se más observador niño—masculló Himeko mientras se levantaba de un salto proporcionándole una patada al de cabellos burdeos—

Estaba casi fuera del límite, rápidamente la chica corrió para empujarle fuera de el, pero Tanjiro logró levantarse a tiempo para evitarlo. En un último movimiento casi imposible, Himeko dio una pirueta con la intención de dar otra patada, pero antes de aterrizar, Tanjiro salto para darle un cabezazo.

La chica cayó al suelo y rodó mientras daba tocaba su adolorida frente, sí que había sido un fuerte golpe.

_ Himeko-San queda fuera, ¡Tanjiro es el ganador! —anunció Kanroji con total alegría—

Los presentes aplaudieron ante tan sublime batalla, ver a un chico de rango Mizunoto vencer a una chica de nivel superior era algo sorprendente.

_ ¿Quién es el chico?, tiene una gran determinación, y un buen manejo con la espada, que interesante —comentó el pilar de Fuego con mucha intriga—

_ Su nombre es Kamado Tanjiro, y de ahora en adelante, será mi tsuguko, Rengoku-San—respondió Tomioka mirándole con recelo—

_ Tomioka-San, felicitaciones, tendrás un gran tsuguko me alegro por ti—dijo el mayor de los Rengoku con una sonrisa—

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