Tu Me Salvaste

Capítulo 3

Tamayo solía soñar con que ella veía como Yoriichi asesinaba fríamente a Muzan, y como él miserable hombre que se hacía llamar Rey Demonio suplicaba por qué no lo matara pero Yoriichi no dudo ni un solo segundo en acabar con el, pero lastimosamente se trataba de un sueño, y aún que fuera real, muzan no saldría nunca más mientras el Dios del Fuego estuviera con vida, y eso le molestaba a mas no poder, el hombre era un cobarde, y sabía perfectamente que sus poderes apresar de ser increíbles y monstruosos, no eran más que una diminuta gota de agua en el inmenso océano que era el poder de Yoriichi, y aún que yoriichi era realmente muy poderoso, Tamayo exagero en su mente los poderes del cazador, pero en ese momento, se le ocurrió una gran idea la cual podría ayudar al gran cazador a volver fácil sus combates, más de lo que ya eran de por sí, puesto que nunca vio a yoriichi en aprietos o problemas luchando contra algún demonio, ni siquiera muzan, aun que si lo había puesto algo nervioso, pero esta vez sabía que si su querido Dios del Fuego se volvía a encontrar con muzan, no dudaría en atacar y eliminarlo permanentemente, lo cual sería fácil para el, pero el hecho de que el hermano de yoriichi se hubiera vuelto un demonio, lo había dejado triste, pero parecía que la bella demonio que ahora convivia con el, lo dejaba un poco más tranquilo y relajado, aun así yoriichi no dudaría en acabar con su hermano si este no tenía salvación, para todo el dolor del alma del Dios del Fuego

- Yoriichi-san te puedo ayudar en los combates si quieres, te puedo acompañar - la voz de Tamayo resonó a las espaldas de yoriichi el cual giro su cabeza, la verdad el queria que Tamayo se quedara en la casa, le había agarrado cierto cariño a la demonio y no quería que nada malo le ocurriera, pero aun así sabia que ella no recibiría un no como respuesta, por lo que lo tendría que hacer, además eso ayudaría a Tamayo a mejorar sus habilidades para que sea más poderosa y que cuando se encuentre con muzan se pueda defender cuando el ya no se encuentre en este mundo

- esta bien Tamayo-san, si es eso o lo que quieres, no me niego, solo te pido que tengas cuidado - la demonio asintió con la cabeza mientras una sonrisa amable se formaba en su rostro, solo era cuestión de tiempo y ya los dos saldrían a su primera misión juntos, y eso realmente era algo increíble, si hace un año le hubieran dicho que haría equipo con una bella demonio no se lo hubiera creído en absoluto, pero ahora esto era algo que lo ayudaría a mejorar sus habilidades y poder proteger a todos los humanos de las garras de los demonios, por lo cual se preparo, su katana le permitia acceder a cada una de los tipos de respiración sin afectarse por el cambio tan abrupto, después de todo el fue el hombre que las creó y estas respondían ante su voluntad, y muy pronto no existiría más demonio que ella y aquellos que intentarán proteger a los inocentes de las abominaciones que muzan había creado con su sangre