⸙ Razón O C H O

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── (N)-chan! ── la llamo tratando de alcanzarla cuando la vio ingresar a la preparatoria, pero un grupo de chicas le impidió acercarse

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── (N)-chan! ── la llamo tratando de alcanzarla cuando la vio ingresar a la preparatoria, pero un grupo de chicas le impidió acercarse.

A su vez la pelinegro le hecho un leve y rápido vistazo al alto que trataba de zafarse de esas estudiantes, su misión de ese día era evitarlo, aún seguía muy apenada por el beso del la noche anterior como para poder encararlo.

Un escalofrío le recorrió toda la columna al solo pensar lo que pasaría, no solo había sido un beso, habían sido varios que solo eran parados por la falta de aire, no fue solo un beso, fue una sesión intensa de choques de labios consentida por ambos.

Ahora no podía mirarlo por la vergüenza, siempre fue la tipica chica callada que no le interesaría un chico popular y guapo, ahora se había vuelto como esas protagonistas cliché de las historias mal escrita de internet.

Se sentía estúpida.

Dentro de clases ignoro completamente al castaño, sin dirigirle la mirada y fingiendo no escucharlo cuando estaba a su lado hablando. El rostro de Oikawa se había vuelto triste antes de que empezará el tercer recesó de ese día, se sentía pésimo pensando que tal vez lo de ayer no fue algo que ella quería y la obligo sin notarlo.

Kato era inexperta en esas cosas, por lo que la idea de que tal vez no supo rechazar su acciones quedando en una situación desagradable para ella, lo mataba.

Solo pensar que ella en ese momento lo maldecía o lo odiaba de verdad lo destruía.

Por su lado la pelinegro solo se odiaba a si misma por ser una cobarde y no enfrentar sus verdaderos sentimientos, al final ya sabia que también veía a Tōru como más que un compañero o amigo.

Pero no sabia como enfrentarlo.

Había estado la mayor parte de su infancia y pre adolecencia encerrada en su hogar por protección de sus padres, no sabia como debía tratar a la gente a su alrededor, por eso mismo decía odiar o detestar a la gente a su rededor, no desarrollo como el resto esa facilidad de expresión.

Su familia era poca afectuosa, eran más de decir lo contrario a lo que sentían, y ella como cualquier niño aprendió y adapto el mismo habito.

Y se detestaba con ganas.

Quería cambiar, no seguir siendo esa persona que decía odiar todo y todos, quería demostrarle sus verdaderos sentimientos a la persona que le gustaba sin sentir pena, y no seguir dañándolo con su indiferenciado.

[...]

No fue esta la salida que lo vio sólo, Iwaizumi no se veía a la vista y tampoco otra chica. Se coloco frente a él a aproximadamente dos metros de distancia, se miraron fijamente sin hablar.

Había repasado lo que iba a decirle una y otra vez con anterioridad, pero ahora de su labios no salían palabras y no creía posible que Tōru la entendiera solo con verla a los ojos.

Eso era algo que debía arreglarse con la sinceridad de las palabras.

── Tōru. ── hablo.

── ¡Oikawa-sempai! ── se escucho, tapando la voz de la fémina parada frente a él. Un grupo de cuatro a cinco chicas se atravesó entre ellos, sin notar a la pelinegro comenzaron a hablarle a su mayor a pesar de que él aun seguía con la vista fija en Kato.

Los ojos marrones del armador se agrandaron cuando noto como los labios de su amada se movían con claridad, no la escucho pero esta seguro de lo que ella había dicho antes de dar la vuelta y alejarse.

Quiso detenerla para confirmar si sus ojos le habían mentido o no, quería escucharlo de la voz de ella lo que creía que había soldado, pero las de primero no dejaban de chillar por él entregando comida y regalos como cada vez.

Estaba comenzado a cansarse de esa situación.

[...]

  La mochila negra fue tirada con fuerza a la cama, la fémina golpeaba el aire con enojo y descuido.

Estuvo cerca.

Estuvo tan cerca de decirle con todo su sinceridad lo que sentía, pero las estúpidas pubertas se lo impidieron, es qué no podían estar ni un día detrás de él?.

Solo quería decirle dos palabras, solo dos!

No solo habían interrumpidos su momento, sino que también habían logrado que todo el coraje que había juntado para decirle su confesión se esfumara, dejando asi que solo la susurrará y huyera.

Se quiso cambiar e irse a dormir, pero un papel en el suelo la distrajo, lo tomo y recordó que lo había tirado la noche anterior. Aún frustrada tomo el lápiz que no estaba muy lejos y anotó enojada.

8) Odio que le gustes a todas.

8) Odio que le gustes a todas

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[ᴡᴇᴀʀᴇᴏɴᴇᴅᴀᴛᴛᴇʙᴀʏᴏ🍥]

Ya no se ni lo que escribo xd.

Ten Reasons To Hate You | Oikawa Tōru ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora