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XXXVII

Hoy era el cumpleaños de Jungeun, Jinsoul había estado los últimos días tratando de subirle el ánimo.

Ya todas las amigas que debían abandonar la ciudad ya se habían, la última que fue Hyunjin había sido hace pocos días.

Por suerte del destino el día que se fue Kahei todas pudieron estar para ella, las cuatro amigas se quedaron como perros abandonados en el aeropuerto por un tiempo conversando sobre la relación de Haseul y Kahei que se había terminado de esa forma, se convencieron que ellas volverían a estar juntas después de terminar sus estudios, si es que el amor aún florecía

Cuando Hyejoo se fue solo estuvieron Chaewon, Hyunjin y Heejin. Al contrario de Haseul y Kahei en la relación de Hyejoo y Chaewon dicidieron mantenerla a distancia y luchar en ella.

Cuando Hyunjin y Heejin se fueron, estaban las que restaban, las que se quedarían en esa ciudad a la espera que las otras volvieran algún día, volverse a encontrar y disfrutar otra vez juntas

Jinsoul intentaba ponerse en el lugar de Jungeun, ella no sería nada sin Yeojin y Yerim, así que intentaba animar lo más que podía a su novia

Ahora estaba en camino a su casa, pidió el día libre en su trabajo para poder pasarlo todo el día con Jungeun. Jinsoul se detuvo afuera de la casa de la castaña clara tomando un fuerte respiro y tocó la puerta, esperaba que tenía planeado saliera bien

—¡Jinsoul!— abrió el pequeño Taeyoung que ya no estaba tan pequeño

—Hola, Taeyoung— saludó al menor —¿Dónde está Jungeun?—

—En su habitación— le dio el paso y ambos se sonrieron para después Jinsoul vaya directo a la habitación de la castaña clara a abrirle la puerta

—¿No piensas salir de la cama en tu cumpleaños?— Jinsoul se tiró encima del cuerpo de Jungeun que estaba entre sábanas, pero no durmiendo y empezó a sacudirlo —¡Feliz cumpleaños!—

—Dejame un rato más— se escuchó la voz ronca de Jungeun mientras no se movía ni un poco de su lugar

—Es tu cumpleaños, no hay momento para ser floja, hay que celebrar, ¡ya son pasadas las tres de la tarde!— sacudió levemente el cuerpo de Jungeun que parecía inerte

—Mi preciada siesta, bueno, pero sale de encima o no puedo moverme— Dice Jungeun, Jinsoul se da cuenta que tiene razón por lo que sacó su cuerpo de encima de ella y se lanzó a su lado

—Hay que moverse, es un buen día— Jungeun no hizo caso a esas palabras por parte de Jinsoul, se había despegado de sus sabanas y apenas lo hizo se lanzó a los brazos de Jinsoul —¡Oye!—

—No quiero— Jinsoul no podía hacer nada contra los encantos de su novia, cayó rendida en los brazos de ella, quería quedarse así, pero tenía cosas pensadas para ellas

—Tenemos que movernos— intentó zafarse

—No— intentaba que Jinsoul no pudiera soltarse, pero la mayor terminó ganándole

—Ahora mueve tu trasero y cambiate que vamos a salir— Jinsoul salió de la cama —Esperaré afuera y espero que estés en 5 minutos ahí—

—Pero...— Jungeun no tuvo el tiempo de protestar y Jinsoul cerró la puerta detrás de ella

Jungeun tuvo que hacer lo que Jinsoul le pidió, no sabía que era la que tenía preparado para su cumpleaños, pero al parecer Jinsoul quería llevarla a algún lado e intentaba sacar ánimos para estar fuera de su casa a esas horas

Jungeun al llegar a la sala vio a Jinsoul jugando con Taeyoung, no quería interrumpirlos, pero Jinsoul apenas la vio fue con ella sin antes decirle al menor que tenían que salir