BAD CANDY | YoonMin [+18]

🍨Confitería Chimmy🍨

🍨Recuerda que todo es ficción. Aquí no hay un Min YoonGi ni Park JiMin real. Todos aquí son personajes ficticios.

Tampoco hagan cadenas largas de x1, x2, x3, yo vengo aquí a leer opiniones, comentarios y reacciones, no números, suficiente tengo con mi carrera. 🍨

🍨🍬🍨

YoonGi se había olvidado por completo de la fiesta. Con todos los plazos y la edición, dejó que la fiesta de Halloween de la oficina se le saltara la cabeza. No fue tan importante como la fiesta de Navidad. Nadie se vestía realmente bien, pero las golosinas y la conversación se intercambiaban en la sala de descanso y en los escritorios. Todos traían algo, por lo que YoonGi se avergonzaría si se fuera con las manos vacías.

Normalmente preparaba un plato en la cocina, pero no tenía todo lo que necesitaba, ni el tiempo. Sin embargo, YoonGi recordó una tienda que había visto la última vez que visitó el mercado de agricultores. Una tienda de colores brillantes con un perro de dibujos animados con una sudadera con capucha en la ventana delantera, Confitería Chimny. Estaba cerca de su oficina y pudo encontrar algo rápidamente.

YoonGi entró por la puerta y se detuvo para mirar a su alrededor. Vio estantes sobre estantes de diferentes caramelos empaquetados a lo largo de la mitad de la habitación; la encimera llenaba la segunda mitad donde se podían encontrar más postres y dulces. YoonGi inmediatamente comenzó a escanear la sección de panadería de las pantallas. Sabía que era una exageración, especialmente en Halloween, pero necesitaba traer al menos un pastel o algunas galletas. Ya podía ver a HoSeok poniendo los ojos en blanco y burlándose de él, llamándolo un gran chef.

Mientras escaneaba una pequeña sección de cupcakes decorativos, alguien se le acercó por el otro lado.

—Oye, bienvenido a Chimny. Soy JiMin. ¿Cómo puedo ayudarte hoy?

La mandíbula de YoonGi cayó. Frente a él estaba un hombre bajo con cabello color melocotón, ojos marrones parpadeando amablemente hacia él. Llevaba una camisa corta de color rosa y blanco debajo de un overol de mezclilla, lo que solo aumentaba su ternura. YoonGi nunca había visto a alguien tan hermoso sin esfuerzo. Pensó que se convertiría en un charco en cualquier momento. Sus labios carnosos se curvaron en una sonrisa amistosa que hizo que su corazón se derritiera. YoonGi inmediatamente se recompuso y tosió.

—Um, sí, escucha, tengo una fiesta en la oficina —miró su reloj—, en unos treinta minutos y no puedo aparecer con las manos vacías. Sé que están ocupados —YoonGi miró a su alrededor en la tienda abarrotada—, pero ¿hay algo que sea rápido o algo así? No necesito una gran cantidad de dulces. ¿Quizás como quince galletas o pastelitos?

A YoonGi le preocupaba que eso fuera demasiado. Sabía cómo es trabajar en el comercio minorista cuando los clientes reciben pedidos como este. Esperaba que JiMin forzara una sonrisa y dijera, «seguro, señor», pero no dijo eso.