Prólogo.

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Tener que lidiar con un intercambio no es fácil, implica alejarte de tus amigos, tus conocidos y también tu familia. Siempre soñé con viajar por el mundo, descubriendo nuevas culturas, aprendiendo costumbres típicas y archivando momentos en lo infinito de mi mente. Nunca imaginé que el Instituto pudiera brindarme una oportunidad algo parecida a mi anhelo, aunque pensé que la beca me llevaría a Estados Unidos, Brasil, o algún país más cercano a Latinoamérica, pero fue una gran sorpresa saber que estaría un año completo en Holanda, una realidad bastante alejada a la nuestra. Aprendí el idioma, su pronunciación y me preparé para alejarme de mi querido país, dejando todo atrás. Las despedidas jamás han sido parte de mí, me considero cobarde y débil para pronunciar un adiós, pero de todas formas debí hacerlo.

Ámsterdam logró sorprenderme, podría decir que Holanda se convirtió en mi país favorito, pero hay un pequeño detalle que obstruye aquella paz. Ese problema tiene nombre y apellido, y es Martijn Garritsen. A simple vista él parece ser un chico tranquilo, colaborador y tierno, pero nada de eso encaja con su nombre. Las fiestas, las mujeres y los problemas son exactamente lo que le definen, y lo peor de todo esto es que estoy involucrada en uno de sus estúpidos caprichos.

No sé que llamó su atención para molestarme constantemente, más bien, para intentar conquistarme, pero con comentarios tan grotescos, ¿Quién se enamoraría de él? Cada día su cercanía me molestaba mucho más, yo sólo iba a estudiar a un nuevo país y ya. No pensé en involucrarme en triángulos amorosos, ni fiestas alocadas, ni tampoco para que mi nombre estuviera de boca en boca. Pero cuando ya estás entre las cejas de Garritsen, es difícil impedir que todo eso pase.

Por todas esas razones le di 30 días, 30 días para salir conmigo, 30 días para conocerme, 30 días para enamorarme. Si logra hacerlo, podrá humillarme o lo que se le dé la gana. Pero si sucede lo contrario debe alejarse de mí, o yo misma lo haré y no volverá a escuchar el nombre de Donna Armistead por las calles de Ámsterdam.

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Espero les guste el prólogo, si es así, voten y comenten para comenzar <3

Thirty |Martin Garrix y Julian Jordan|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora