24: Acompañado...

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Cuando escucho el llanto del cachorro caminó despacio hacia la habitación que comparte con su Esposo, quien mecía en sus brazos a su cachorro, un lindo bebe rubio, con ojos azules un tanto opacos y un tanto bonceadito como el blondo, portaba el peculiar rasgo del mismo, las marcas en las mejillas solo que estás eran dos, el blondo al ver pasar a su esposo sonrió un tanto cansado por no dormir pero irradiaba luz propia que tanto lo caracteriza.

— La comida ya está, comemos en la habitación mientras Alimentas a Boruto o en la cama? — Sonrió mientras le besaba la cabecita a su cachorro y de paso le daba un beso en la frente a su Alfa.

— En la habitación, el ya dormirá así que necesito tener todo a Mano, tiene poco tiempo, así que le tomara más Adaptarse al no tenernos Cerca. — Lo que decía era verdad, el cachorro no pasaba de tener Cuatro meses de nacido.

Todavía recordaba aquella noche en la mansión principal, que mientras dormían escucho como su esposo lo llamaba en sueños y luego le gritó que le dolía. El parto se había adelantado mucho por el estrés que Naruto tenía constantemente. Se había asustado más cuando vio como su esposo empezaba a sangrar, se había roto la fuente y salía mucha sangre. Recordaba a fuego como el primero en llegar había sido su hermano, quien se despertó ya que su esposo al ser más sensible con los embarazados, porque el suyo no había sido hace mucho, había sentido, con su instinto maternal, el dolor de Naruto o algo así. Cómo habían sacado despacio a su Alfa hasta el hospital, claro que habían preparado una habitación especial pero faltaba algo fundamental dentro de aquella habitación, Un Doctor. En el Hospital había sufrido el estrés de esperar esas tormentosas Nueve horas que duro el parto, su bebé había nacido Prematuro pero que estaba totalmente sano, pesaba lo indicado y tenía los órganos en buen estado, todo estaba bien, aunque había nacido unas semanas antes. Recordaba que lo primero que le había dicho su esposo era, “¿Y nuestro cachorro?”, “Esta bien y Sano” le había respondido para luego ver cómo lloraba. Pero no de dolor, sino de felicidad tal como él, su Cachorro estaba Bien, al igual que su Amado esposo, ese “Si debemos elegir. ¿Quien será?” Se había quedado en el Olvido.

— Está bien, Naru. Les diré que cenaremos en la Habitación — Salió del cuarto, pero antes de pasar del todo el umbral miro hacia atrás, a su Familia... Su Familia.... Que bien se sentía saber que no se había  equivocado en dejar esa vida monótona que tenía Con Su Novia, mejor dicho, Ex Novia y mirar hacia algo que te deparó el destino. Sin Duda la mejor decisión.

~Diez años Después~

Su vida hacia dado una vuelta totalmente drástica hace exactamente diez años, en donde dejó todo para ver Un Tal Ves con su Destinado, en si todo fue a la suerte y eso funcionaba o no, y no se había equivocado. Tenían un Hijo hermoso quien les regalaba sus risas y sonrisas risueñas a cada despertar en donde no estaba solo sino con la persona que más amaba en la Tierra, Su Alfa.

— Naru. Amor. — Le susurro al oído. — Ya son las ocho treinta. Debes levantarte. — El rubio empezó a abrir los ojos despacio, sin ninguna prisa. La imagen que lo recibió fue la de siempre pero esta ves brillaba como nunca, esa cara pálida de color porcelana, con esos labios finos, esas cejas y pestañas tan finas y hermosas, sumando esa sonrisa de lado mostrando un ojito en la mejilla muestras sentía como la mano contraria le acariciaba la mejilla.

— B-Buenos Días, teme... — Le sonrió feliz, porque si, es como el se sentía todos los días al levantarse y ver que todo lo que creía era un sueño, seguía allí al abrir los ojos. Que tenía un hijo hermoso, que tenía un Esposo cascarrabias, pero amoroso a su modo, y que lo amaba, que la Familia de este también lo amaban, y lo aceptaban.... Mejor dicho.... Que tiene, porque si, con orgullo podía decir que tiene, que era tan real, que esa SI era su vida, y no un sueño más.

El Toque De Mi Alfa «SasuNaru»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora