25: De tu...

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El Omega están delante de un televisor destruyendo todo a su paso, tuvo que huir de casa por qué la boca de Karin no podía estar cerrada y todo el Clan Uchiha iba tras su nuca, su familia le había dado la espalda cuando le dijo sus razones, que él sabía eran las correctas, sabía que ese rubio era suyo, pero allí en ese hotelucho de cuarta en aquel cuarto que no llegaba a tener más de veinte por veinte metros cuadrados, veía las noticias dónde informaban que “El matrimonio Uchiha-Namikaze esperaban a su segundo hijo”, “La familia más envidiada de todas”, “El Alfa más poderoso hace relucir su casta” y muchas cosas más, ese lugar era suyo, él lo había robado y las pagaría.

Agarro su teléfono y reviso su cuenta bancaria, de la cual saco todo lo que tenía y lo mando a la cuenta bancaria de alguien que lo ayudaría.

— Necesito que hagas algo por mi, pero ya — Gritó al teléfono. Al girar la mirada vio que Naruto Namikaze de Uchiha estaba de paseo, claro rodeado de guardaespaldas, pero no creía que fuera un problema para él. — Dije que me las pagarías Uchiha, y hoy es el día — Murmuró lleno de Irá y sus palabras salían llevas de veneno, por qué si, Gaara Sabuku No, ya no era ni la sombra de lo que había sido, todo rastro de cordura se había perdido, ese no era más que un ser lleno de Delirios de Venganza y romance inexistente, lo cual lo llevaría a su propia tumba en manos del Uchiha.

Cuando recibió el mensaje de Él se apuro a ir al lugar que le mando por mensaje, hoy por fin llevaría a cabo su Venganza, había esperado con paciencia que se enfriará su plato porque.... La Venganza se Sirve fría.

Al llegar ingreso como siempre lo haría y camino con calma y elegancia, que no concordaba con su atuendo, pero no dejaría que eso lo aplastara. Camino por un pasillo estrecho y mugroso de aquella fría y abandonada fabrica de cosméticos; cuando llegó a la puerta que separaba su presencia con la de allí dentro.

Sonrió con superioridad cuando ingreso a la habitación y con lo primero que cruzan su ojos son con los Azules de la mirada opuesta. — Que gusto verte otra ves, Naruto —.

~Lejos de allí~

Sabía que era su culpa. Lo sabía, él le había dicho que tal ves una caminata le vendría bien, pero no tanto esfuerzo por ello había mandado con el a los Guardaespaldas pero como dicen por todos lados, parecen más decoración de millonario que de verdad protector del bienestar del Protegido. Veía a Boruto jugar sin preocupaciones, ya que había dado la orden que no se alterará nada en la Mansión ya que Boruto era un Omega y eso lo pondría mal, ya había pasado por su primer astro y estaba sensible a las Feromonas.

— ¿Padre? — Lo miro, y el me sonríe se lo que quiere.

— No se, tu tío Kakashi a estado un tanto hormonal por su embarazo así que dile a Lyla que llame a la casa de tus tíos y que ellos manden a Kaishi, ¿Si? — Le acomodó un mechón rebelde de la cara y le sonrió, se que soy un tanto complicado pero con mis dos tesoros no es igual, y ahora que tengo a uno de ellos en peligro, me altera en demasía, más si en su vientre está nuestro segundo hijo, mi tercer tesoro no nato.

Salí de casa lo más rápido posible, claro que al llegar al lugar donde empezaríamos la búsqueda las cosas se salieron de control.

— ¡Necesito a mí Alfa! — Le grite a Itachi quien estaba cerca mío, mi Alfa no aparecía, la búsqueda no estaba dando resultados y esto me estaba alterando.

~De regreso con Naru~

Empecé a abrir los ojos y lo primero que veo es que estoy delante de la persona que menos espere ver en mi vida, no sabía de él hace más de diez años, y ahora... ¿Está delante mío?.

— Nos volvemos a ver Naruto — El se levantó donde estaba, yo no sentía mi cuerpo estaba totalmente paralizado, no tenía ningún amarre que me detuviera a hacerle daño a la persona que quería hacerme daño a mi y mi.... ¿¡Bebé!?.... Kami, no puedo, no puedo perderlo. Bajo un poco la mirada y veo que mi vientre está bien, claro que no se nota mucho pero está allí, y es lo que cuenta. — Oh, descuida. Morirás pero, no ahora. — La calma ya no servía de nada, me estaba alterando, no podía con esto. Mi bebé estaba en peligro no podía arriesgarme a hacer algo que lo lastimarse y de paso a mi.

El celular de Gaara sonó de manera escandalosa y el lo atendió para luego...

— ¿Queeee?.... No sirves para nada, no puedo creer, si quieres que las cosas salgan bien hazlas tu mismo. — No sabía con quién hablaba pero estaba enojado, me levanto de donde estaba y lo único que podía hacer era observar, no podía ni hablar y esto me estaba asustando aunque no lo demostrará. Esto me hacía sentir impotencia, no podía creer que acabaría así y no me haría solo, arrastraría conmigo al bebé que tanto me costó procrear. Camino hacia afuera conmigo en una silla de ruedas y me subió a la parte delantera del Auto para luego subir de piloto. — Sabes, nunca eh tenido puntos de referencia en lo que quería que fuera mi vida, solo hacia lo que mi familia decía que estaba bien, hasta elegí la carrera que me dijeron, todo porque ellos decían que era mejor. — Hablo de golpe luego de que lleváramos en el auto más de media hora por la autopista, si miro mejor no se ni en qué lugar estamos, no conocía las calles. — Luego te conocí, y pensé que por fin había encontrado a alguien que miraba el ser que yo era y no los que mis padres pintaban en mi, y creí que eras el Indicado pero me equivoque pensando que era y sería lo único en tu vida... Ahora se si quiero que sea así, será llevándote conmigo. — Piso el acelerador de manera violenta, no podía apartar la mirada de Gaara estaba llorando mientras se mordía el labio inferior con mucha fuerza que estaba empezaba a brotar sangre, desvío su mirada a mi y Vi una Luz casi segadora que no me dejaba ver bien, pero si lo escuché — Lo siento, pero si no eres de mi pertenencia no lo serás de nadie.... Naruto — Me hablo para luego sentir un golpe ensordecedor.

La sangre fluía por sus venas de manera acelerada, su expresión denotaba Irá y sed de sangre, sus colmillos de Alfa resplandecía en todo su esplendor en sus labios, y los que estaban con él, o estaban igual o peor, Aunque si, tal ves no estaban ni lo cerca de lo que sentía el Alfa.....

— ¡LO MATARÉ! — Gritó tratando de sacarse de enzima a los policías eran exactos cinco de ellos, y la sangre que corría por sus labios, manos, rostro y ropa, no eran de ellos y menos de él, sino del cadáver que estaba en aquella habitación de hospital que estaba tres pisos arriba de su Querido Alfa rubio, quien estaba totalmente anestesiado luego de haber escuchado las mismas palabras que él.

“Lo sentimos, pero el cachorro no lo soporto.... Nuestro más sentido pésame”

— _ —"

Hola. ¿Que tal?.

Aquí ahí capitulo, corto y triste, pero es un capítulo.
Quedan dos más, y Chau.

:').

Palabra:
El Toque de....


El Toque De Mi Alfa «SasuNaru»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora