Cuento a otros en mí
sobre aquel frío que serena
y de lo aterrador en la idea
del desamparo que adorna la promesa
Ríen las voces en mí
en el discurso ironía suena
frívolo quien me crea
ahogado en amargura y pereza
Nadando en las sombras de este vacío
aquel que no he de llenar
un desquiciado pacto se ha hecho
con la dulce Soledad
Sobre la miseria que utilizo de navío
en un océano de pesar
no he de encontrar nada que estrecho
salvo la mano de mi Soledad
Y cuando la tentación me lleva al desvío
conmovido en desear
respondo a los caudales del acecho
traicionando mi pobre Soledad
Ríanse, otros en mi
en tenues ecos la burla llega
cuando acorralado en la disnea
recuerdo el trato que me apresa
Sobre las hojas de un bosque cetrino
bajo el trémulo lunar
la bella agonía no escapa mi pecho
por suerte, tengo a mi Soledad