como bien pensaba, taehyung no
contestó ese día.
jimin se sentiría más decepcionado si no hubiese suponido que algo
así pasaría.
también es verdad que si hubiese respondido no sabría como seguir la conversación.--- quizá lo mejor es que cada uno siga por su lado.--- habló sungwoon.
--- eso parece.--- jimin suspiró.--- debería volver al trabajo, si doha me ve con el celular se volverá loca.
--- hablamos luego.
park cortó el teléfono segundos antes de que una figura de alta estatura se le acercara, provocando que este se quedara en un breve estado de shock.
--- eh... jimin, ¿podemos hablar?
--- taehyung... ¡si! digo, no... al menos no ahora... a mi jefa no le agradaría y necesito mantener mi sueldo, ¿sabés?--- contestó a la par que reía nerviosamente.
--- entiendo...
--- p-pero mi turno termina en media hora... si quieres podemos hablar luego.
--- de acuerdo, esperaré entonces.
jimin mentiría si decía que no
estaba ansioso.
sus manos temblaban y sentía que se desmayaría en cualquier momento.
tomó sus cosas cuando las siete y media dieron en el reloj.
tal como hace rato había dicho, taehyung se encontraba en la puerta aparentemente hablando por su celular.--- lamento haberte hecho esperar, no sabía que otra oportunidad tendría para hablar contigo.
--- no te preocupes, pensaba igual.
se sentaron en los bancos que se encontraban fuera de la tienda.
--- ¿querías decirme algo?--- jimin fue el primero en preguntar.
--- oh... si, quería desculparme... callarte de esa forma el otro día no fue muy maduro de mi parte...--- taehyung agachó la cabeza apenado.
--- no te preocupes, si hubiese sido tu probablemente hubiese reaccionado igual.--- habló esta vez el contrario.
--- si tienes algo que decirme te escucharé.
--- sobre eso...--- park hizo una pausa.--- yo también quería disculparme... sé que te he hecho mucho daño y aunque quizá para tí ya no sea irrelevante yo aún no he podido olvidarlo.
el menor guardó silencio.
--- todos mis amigos me advirtieron que no hablara contigo... sabían que si lo hacía me volvería lo suficientemente ingenuo como para disculparte...--- kim desvió la vista hacia las calles iluminadas del centro.--- ¿y sabés qué?
jimin lo miró.
--- tenían razón.