Víctor es el tipo de novio que: Cuando te enfades con el y no le dices porqué, este estaría pensando en que hizo mal y en cómo recompensarte
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Ya había pasado dos días seguidos que Brisa no le dirigía la palabra, no sabía la razón, y también se la preguntó muchas veces, pero la chica solo le sacaba la lengua y se iba.
Un gesto bastante infantil, pero eso le demostraba que tampoco estaba enfadada seriamente hasta el punto de querer romper con él.
Si ya no le hacia esos gestos infantiles como berrinches y demás significaba que de verdad estaba enfadada y se planteaba su relación.
Algunos dicen que Brisa es un libro abierto, mientras que algunos piensan que lo hace apropósito.
—No lo entiendo Vlad, creo que no hice nada para ofenderla los últimos días, normalmente el enfado que no va enserio le suele durar solo un día, pero ya van dos Vlad, dos —diría con preocupación mientras mira impotente el suelo
—No siempre es por algo que hayas echo, tal vez te olvidaste de algo, como por ejemplo que quedasteis para una cita y se te olvidó o un día especial para ella
—Puede ser —diría pensando en algo que ocurriese los días anteriores, pero suspiró al no conseguir alguna fecha razonablemente importante— ya fue hace un mes de nuestro aniversario, su cumpleaños aún faltan 5 meses, tampoco pensamos en alguna cita esos últimos días
—No te preocupes Víctor, ya sabrás que es tarde o temprano, pero mejor temprano
—Lo sé Vlad, lo sé —diría rendido mirando el suelo
Horas después Víctor se fue del hospital para encaminarse a una tienda cercana, tampoco quería ir a la casa de su pareja con las manos vacías y solo una disculpa.
Aunque también sabía que su pareja no era de flores o peluches, le gustaban si, pero las veía muy cursis, así que optó por una caja de chocolates.
Al llegar al hogar de la muchacha, lo primero que hizo al estar frente a la puerta fue rezar por que cualquiera abriese la puerta menos su nuero, como tuviera que decir que su pequeña estaba enfadada con él directamente es que le iba a echar a patadas.
—Oh, eres tu —dijo un peli negro de ojos violetas— ¿Necesitas algo?
—¿Está Brisa?
—Ah, claro, pasa está en el salón, por cierto, si te apetece un día ve a la pista de patinaje, ahí suelo estar con unos colegas, sería bueno conocer mejor a mi cuñado —dijo para echarse a un lado e irse escaleras arriba
Víctor sin más le dijo que algún día, para encaminarse al salón y ver como su pareja yacía sentada en el sofá abrazando sus piernas viendo la televisión.
—Ey, Brisa —la llamó con dulzura para sentarse al lado suya y dejar la bolsa con los chocolates en la mesa que había delante
—Que quieres baka-emo
—Vamos... ¿Sigues enfadada? —dijo para reír levemente ante el mote que ahora poseía
—Nooo, solo me gusta fruncir el ceño —se quejaría mirando a su pareja con los mofletes inflados— idiooota
—Vamos Brisa, me debes perdonar algún día
—Mph... ¿Que hay en esa bolsa?
—Chocolates —diría enarcando una ceja
—Disculpas aceptadas —diría para coger la bolsa sin mirar a Víctor
—¿Puedo saber que te enfadó tanto?
—Me molesta que no lo sepas, pero no voy a seguir enfadada porque pareces un cachorro triste
