Él Es Un Acosador ©

¡Soy inofensivo!

Grité. Grité muy fuerte y comencé a tirarle cosas.

-¡Para! ¡Auch! ¡Por favor para! -Gritaba Michael mientras se cubría la cara con los brazos.

Me había quedado sin cosas para lanzarle. No, esperen, ahí había algo duro... Sonreí y se lo tiré, apuntando a la entrepierna.

-¡AHHHH! ¿¡ESO FUE UN JARRÓN!? ¡CREO QUE YA NO TENDRÉ DÍA DEL PADRE! -Ahora sí, la gente nos miraba con el ceño fruncido, una viejita estaba llamando a la policía y una madre soltera le cubría los ojos a su hija mientras retrocedía lentamente.

-¡Aléjate! ¡Aléjate! ¡Aléjate! -Seguía gritándole mientras el yacía en el piso en posición fetal.

Comencé a pegarle patadas y dos hombres me sujetaron por los brazos para alejarme de él mientras me decían que me calmara.

-¡No hacía falta que hicieras esto! -Dijo Michael señalándose a sí mismo. Su camisa a cuadros verde oscuro estaba toda abierta, el gorro de lana del mismo color había desaparecido y su pelo era un desastre; además tenía el labio partido y un enorme moretón alrededor del cachete izquierdo. Sonreí orgullosa, aunque con un poco de lástima. -¡Soy inofensivo!

Mi sonrisa desapareció y la sustituyó una mueca de confusión con una pizca de enfado.

-¿¡Inofensivo, dices!? ¡Los acosadores son todo menos inofensivos!

-Señorita, ¿este hombre es un acosador? -Me preguntó el señor que sostenía mi brazo derecho.

-¡No! ¡No soy un acosador! ¡Sólo quiero su nombre!

Los hombres que me sostenían me soltaron y me alisé la ropa, sin quitarle la mirada de encima a Michael, que ahora se había sentado en el piso con las piernas cruzadas.

-Si te digo mi nombre, ¿Dejarás de aparecerte a propósito en cada lugar al que suelo ir? -Pregunté cruzándome de brazos.

-Claro, dejaré de seguirte a propósito. -Dijo después de pensárselo un rato.

-Soy Emma.

-¿Apellido?

-Tú no me has dicho el tuyo. -Cuestioné.

-Michael Creevey.

-Emma Woods, ¿Feliz?

-Mucho. -Sonrió y se paró. -Gracias.

-¿Gracias? No es como si me hubiese ofrecido a darte mi nombre. -Le fruncí el ceño y saqué mi celular para ver la hora. 7:45 PM -¡Mierda!

-¿Qué pasó? -Preguntó Michael asustado.

-¡Tendría que haber llegado al trabajo hace quince minutos!

El sonrió.

-¿Te llevo?

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-¿Sabes? Cuando acepté, pensé que tendrías auto. -Comenté mirando fijamente al conductor del taxi con los ojos entrecerrados. Era muy sospechoso. Pálido, ojos grises bastante bizcos, una calva que reflectaba cualquier luz y una sonrisa psicótica a la que le faltaban varios dientes. Si Michael no hubiese estado ahí, probablemente me habría bajado del auto en movimiento.

-Pensaste mal. -Rodé los ojos. -Mira el lado bueno, pagaré el viaje.

-Que bien, porque el efectivo no me sobra, ¿sabes? -Dije mordiéndome el labio inferior con irritación.

-Llegamos, señorita. -Comentó el conductor con una voz aguda y rasposa que asustaba.

-Sí, gracias, ¿podría dejarme frente a la puerta negra? -Pregunté.

-Claro, hermosura. -Me estremecí. Que miedo daba esa palabra viniendo de sus labios.

-Oye, ¿qué haces? -Dije cuando me percaté que Michael estaba anotando algo en una pequeña libretista morada.

-¿Eh? -Levantó su vista del cuaderno. -Ah, estoy anotando la dirección.

Se me cayó el alma a los pies.

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¡Hola princesas y princesos que siguen esta historia! ¿Cómo están? ¿Todo bien?

Acá llegó el nuevo capítulo luego de un largo tiempo de espera.... Por cierto, ¡Perdón por eso! Por suerte para ustedes (y para mí) terminé los exámenes y... ¡Estoy de vacaciones! Lo que se traduce a: ¡Tengo mucho tiempo para dormir, escribir y salir con amigos! :3 Que linda que es la vida <3

¿Qué piensan del capítulo? ¿Gustó o no gustó? Perdón si no es lo suficientemente largo, pero es lo que hay: lo importante es el relleno. Podría ser un capítulo corto repleto de cosas interesantes o bien un capítulo larguísimo lleno de descripciones aburridas y muchas cosas sin importancia.

¡Y nada! Dicho lo dicho, me gustaría que votaran, comentaran, y esas cosas que tanto gustan a los escritores.

¡Los quiero mucho!

~A~

PD: Emma en multimedia <3