Okuruma: tú tienes. . .
Deidara: ¿sí?
Okuruma, sonrojada: t-tienes. . . una cara, eh. . . una cara. . .
Deidara: sí, sé que la tengo.
Okuruma: me refiero. . . u-una linda.
Deidara: eh. . .
Okuruma: por favor acepta mis intentos de coqueteo, no sé que estoy haciendo.