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Pov. Jungkook.

Finalmente es hora de mi descanso así que decidí salir de la —ahora sofocante— sala de ensayo para tomar algo de aire.

Ah, ser un artista en un mundo lleno de magia es cada vez más difícil.

La única manera de mantener la popularidad es innovar a la gente, y para ello las presentaciones son cada vez más difíciles de manejar.

Aún más para esos pobres desgraciados que nacieron sin poder usar magia, y ¡Oh, que sorpresa! Yo soy uno de esos pobres desgraciados.

En fin, como dicen mis —demasiado optimistas— padres "si te esfuerzas lo suficiente puedes impresionar a las personas sin necesidad de usar algo tan común como la magia".

Patrañas.

Fui a mi lugar favorito del edificio —y bastante cliché en realidad— el techo, la brisa del lugar me da esa sensación fresca de paz y tranquilidad que necesito de vez en cuando.

Me senté en el piso y cerré los ojos.

Estuve así un rato hasta que percibí un olor conocido cerca.

Ah sí, olvide mencionarlo, las personas que no pueden usar magia tienen ciertas particularidades, generalmente se caracterizan por agudizar uno o dos sentidos.

En mi caso, soy un poco sensible a los olores pero, el sentido que tengo más agudizado es la vista. Y si se practica puede ser bastante útil.

Si, algo teníamos que tener los pobres desgraciados sin magia.

En fin, decidí levantarme antes de que Jin Hyung se acercara más, ese hombre se baña en perfume y Dios, no tiene piedad de mi sensible nariz.

— Hyung, te lo he mencionado antes, si te me vas a acercar hazlo cuando no sé, uses una cantidad adecuada de perfume, no cuando te eches todo el frasco encima.

— Jungkookie, para ti ninguna cantidad de perfume es adecuada, tú los odias.

Ah, cierto.

— Entonces ¿por qué...?

No terminé de hablar porque vi a Hyung haciendo una especie de burbuja rosada translucida a su alrededor.

El muy maldito presume que sí puede usar magia.

— Listo, así no podrás percibir mi olor— sonrió.

Tiene razón, ya no percibo su olor y es... extraño.

Nunca me acostumbraré a la magia del todo, vengo de un pueblito donde la gente no pude usarla y ahora estoy en la capital donde la mayoría si puede hacerlo.

Ugh.

— Claro ¿Qué haces aquí?

— Vine a llamarte, el manager quiere hablar con nosotros.

— Sea lo que sea, fue culpa de Jimin.

Escuché su clásica y muy pacífica —nótese el sarcasmo— risa limpia vidrios.

Aunque a decir verdad es bastante graciosa.

Me acerqué a él con cuidado y toqué su burbuja. No reventó, así no tiene chiste.

— La hice para mantenerte contento e ¿intentas reventarla? ¿Quién te entiende? —hizo una pausa— en fin, no importa cuanto lo intentes no reventará hasta que yo lo quiera, no fue hecha para ser destruida fácilmente ¿Sabes?

— Maldito, le quitas lo divertido a la vida.

— Te lavaré la boca con cloro, mocoso maleducado.

Can't you see me? »J.JK.« [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora