-Extra-

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Viernes, 22 de enero del 2025

(Recomiendo escuchar Saturn, de Sleeping At Last y You were good to me, de Jeremy Zucker y Chelsea Cutier.)

Taehyung

-Corre, se nos hará tarde!- Le grite a Jungkook, mientras agarraba las llaves del carro junto a mi celular

-Voy, solo agarro las flores y nos vamos.-Respondió, y yo asentí mientras salía de la casa. Apenas abrí la puerta me recibió una brisa fresca que me dio un ligero escalofrío.- Demonios, debería llevar un abrigo.- Me dije a mí mismo, entrando de vuelta para dirigirme al perchero y tomarlo de ahí. No pude evitar distraerme al ver la foto que reposaba en un marco colgado a la pared, sintiendo una mezcla de nostalgia y tristeza abrumarme. Éramos Jimin, Yoongi y yo, riendo después de que el más bajo por descuido dejara caer su cono de nieve al piso. Reí ante el recuerdo, tomando el cuadro entre mis manos para apreciarlo por un momento más. Recordé como el pelirosa hizo un berrinche enorme para que le compráramos otro cono de helado, y como Yoongi terminó por darle el suyo para que dejara de chistar. Exhale profundamente, viendo las enormes sonrisas en nuestros rostros, tan felices y llenos de sueños.

Sentí unos brazos rodear mi cintura, sacándome de la nube de pensamientos en la que me encontraba.-Todo bien amor?

-Si..- suspire con una sonrisa en mis labios, volteandome para besar castamente los labios de mi amado esposo.- Estás listo?

-Por supuesto. Los niños ya están en el carro, vamos.

El camino fue silencioso, dejando de lado a los dos niños pequeños que jugaban en el asiento de atrás. Me dedique a observar por la ventana del auto las nubes esponjosas y los verdes árboles que había a los lados de la carretera hasta que pude divisar a lo lejos esas viejas puertas desgastadas por los años, y el cartel que las decoraba. Jungkook se encargó de estacionar el carro a un lado de la entrada, mirándome con una sonrisa cuando se detuvo.

-Vamos?- preguntó suavemente, tomando una de mis manos para acariciarla con su pulgar. Agradecía tanto que entendiera lo duro que podía ser para mí el venir a este lugar, y que dejara que me tomase mi tiempo. En verdad me sentía afortunado de tenerlo en mi vida. Respire profundamente por unos momentos y asentí con la cabeza, indicando que estaba listo. Él asintió con una sonrisa y bajó del carro junto a mi, ayudándome a bajar a nuestros pequeños niños. Cargue entre mis brazos a Jimin, el cual soltó pequeñas risitas cuando hice cosquillas en su estómago. Jungkook tomo de la mano a Yoongi, mientras hablaba con él sobre cómo podrían ir a comer helados después. Entramos al lugar a paso lento, y sentí los recuerdos abrumarme conforme los pasos que daba. Al parecer Jungkook lo noto, ya que se encargó de abrazarme con su brazo libre, brindándome algo de soporte para continuar.

-Papá?- Jimin musito, y yo hice un pequeño sonido para indicarle que podía hablar.- Puedes contarnos una historia?

-Si! Historia!- Yoongi exclamo, apoyando la idea de su hermano menor.

No pude evitar soltar una pequeña risa, mirándolos con ternura.- Por supuesto que puedo. Déjenme pensar una.- Caminamos un momento en silencio, hasta que pude formar una historia en mi cabeza.- Bien, escuchen en silencio, ok?- ambos asintieron con una sonrisa y guardaron silencio.- Saben que es el hilo rojo?

-El que se usa para coser ropa!- Yoongi respondió, y la pareja no pudo evitar reír.

-Creo que tu papá no se refiere a ese tipo de hilo, Yoongi.- Jungkook hablo, y Jimin volteo a ver a su papá.

-Entonces de qué hilo hablas papá?- preguntó confundido.

-Les explicare. Existe una leyenda muy vieja, que explica que las personas destinadas a conocerse están unidas por un hilo rojo, y este puede estirarse, incluso enredarse, pero es imposible de romper. A esas personas se les llama "almas gemelas". Ahora les contaré una historia sobre eso, si?- los niños asintieron emocionados, y les sonreí a ambos.- Hace muchos muchos años, en un lugar muy lejano existía un pequeño niño el cual soñaba con un día tocar las estrellas. Cada noche el niño se asomaba por el balcón, anhelando poder volar y tocar una de ellas. Un día, ese niño conoció a otro niño como él, y pronto se hicieron amigos. El se encargó de enseñarle a su amigo todo sobre las estrellas, incluso sus nombres. Podía hablar por horas sobre ellas, y siempre lo haría con mucha emoción. Su amigo siempre estuvo feliz de escucharlo, ya que le gustaba mucho la felicidad con la que le contaba todo lo que sabía debido a los libros que él solía leer. Con el paso de los años esos niños fueron creciendo juntos, y se dieron cuenta de que estaban perdidamente enamorados el uno del otro.-Hizo una pausa, viendo a lo lejos como ya estaban por llegar.- Un día el niño más pequeño enfermó gravemente. Ya no podía salir a jugar con su amigo por que se sentía muy débil y triste, y ya no tenía la fuerza para poder salir a su balcón y mirar las estrellas. Es por eso que un día le pidió a su amigo una cosa muy importante para el. Le dijo: "Por favor, explora las estrellas por mi". Esa misma noche, justo cuando una estrella fugaz pasaba por su ventana y la luna se veía totalmente llena, el niño dio un último respiro. Su amigo al enterarse se llenó de tristeza, pero decidió cumplir el sueño de su amigo. Por mucho tiempo, el estudio las estrellas y cómo podía llegar a ellas, intento encontrar la forma de cumplir su sueño, y lo logró. Aprendió a volar, y exploró la galaxia, logrando tocar las estrellas. Se dice que logró reencontrarse con su amigo, y ahora juntos vuelan por toda la galaxia en busca de nuevas aventuras, unidos por un fuerte hilo rojo. Fin.- sonreí con melancolía, sabiendo el significado detrás de cada una de mis palabras.

-Entonces esos niños eran almas gemelas?- pregunto Yoongi.

-En efecto, Yoonie.- Dije, y detuve mis pasos súbitamente cuando me di cuenta que finalmente habíamos llegado al lugar. Suspire temblorosamente, leyendo los nombres marcados en las dos lápidas, las cuales se encontraban juntas la una de la otra. Jungkook noto eso, pues se encargó de tomar mi mano y darme un ligero apretón, brindándome confianza.

-Niños, les parece si van a jugar?

-Si!!- exclamaron al unísono, y Jungkook asintió

-Solo no se alejen mucho, esta bien?- ambos asintieron, corriendo a jugar en un árbol.- Te sientes bien, bebé?.- Me preguntó delicadamente, y yo asentí sin dejar de mirar a las lápidas en frente nuestro.

-Si, solo que.. aún es difícil.- conteste, dirigiendo mi mirada a la suya, sintiéndome mejor al ver como me reflejaba todo su amor.

-Comprendo eso, amor. Tomate todo el tiempo que necesites, mientras iré a cuidar a los niños. Si me necesitas no dudes en hablarme, si?- asentí, y lo vi alejarse para darme algo de privacidad. Me senté en el pasto, sintiendo la suave brisa golpear contra mi rostro, mientras observaba a lo lejos a mis hijos y mi esposo jugando.

-Los años pasan rápido, no es así?- exclamé a la nada, sabiendo que ellos podían escucharme. Suspire, llevando mi mano a mi pelo para acomodarlo.- Por mucho tiempo fue difícil, ustedes saben. Adaptarme, y esas cosas. Por suerte tuve a Jungkook a mi lado, y a ustedes de alguna forma. Nunca me abandonaron, lo sé. Y agradezco eso. De alguna forma siempre me dieron la fuerza para seguir adelante y gracias a eso ahora estoy viviendo todo esto. Por mucho tiempo no pensé de esa forma, traté de vivir aferrado a él enojo y la tristeza, y eso muchas veces me cegó pero finalmente todo terminó por acomodarse, y comprendí. No podía quitarles la necesidad de estar juntos, por que era más que obvio que se complementaban de una manera indescriptible. Perdón si los abandoné por mucho tiempo, pero necesitaba reunir la fuerza para venir hasta aquí y sentí que finalmente era la hora. Como pueden ver, todo fue muy bien. Llevo 5 años junto a él amor de mi vida, y hace dos años que decidimos adoptar a dos pequeños, que definitivamente cambiaron fuertemente mi vida. En honor a ustedes decidimos ponerles sus nombres.- Sonreí mientras observaba a Yoongi perseguir a una mariposa junto a Jimin.- Por si dudaban, Jungkook me hace muy feliz. No necesitarán pegarle o algo así- reí, sintiendo mis ojos llorosos. Me paré del pasto, sintiendo una calidez rodearme a pesar de el frío que hacía. Sonreí ampliamente, sabiendo a la perfección que ellos se encontraban ahí.- Los amo, gracias por haberme cuidado por tantos años. Espero en un par de años más volver a verlos, para darles todos los abrazos que me deben.- En respuesta una brisa más fuerte hizo revolotear los árboles, dejando caer algunas hojas. Suspiro, sintiendo calidez en su corazón al finalmente resolver esa pieza inconclusa que le faltaba por poner. Miro al cielo, imaginándome a esos niños que había relatado viajar por toda la galaxia tomados de la mano del otro, unidos por ese hilo rojo.

Y tal como Taehyung lo imaginaba, desde lo más alto del cielo dos almas jugaban viajando por todo el espacio, cuidando de él a cada momento. Por que ellos mismo habían hecho una promesa, la cual era cuidarlo por la eternidad.

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Amo muchísimo la manera en la que escribí esto, y el significado que tiene toda la narración de inicio a fin. Es una manera extraña pero en mi cabeza simplemente es fácil de entender, si estas destinado a alguien para toda la vida para mi eso incluye incluso un "después de la muerte".

Sea quien sea el que lea esto, espero te guste tanto como a mi (:

Hasta la próxima.

Éternité - YOONMIN OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora