Marcas

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Después del baño me dispuse a vestirme, de vez en cuando venia muy bien baños calientes sobre todo mientras estuviésemos alojados en ese monasterio donde el frio y la tensión previa al golpe calaba hasta lo huesos.

Mientras buscaba una camisa que sustituyese mi pijama, que Raquel se había encargado de dejar sin botones la noche anterior no pude evitar desencajar la mandíbula al reflejarme en el único espejo de la habitación. No podía ser cierto.

Raqueeel- dije sin pensarlo- puedes venir?-la escuche acercarse, mientras yo seguía estático frente al espejo solo con los pantalones puestos pasando las yemas de mis dedos por mi cuello y mi hombro.

Dime cariño- la vi reflejada al principio sorprendida, pero no tardo en sonreír de forma lasciva y con cierta picardía.

Raquel, mi amor, dime que esto no es lo que parece y que me he tenido que dar un golpe en algún momento- dije nervioso con la mirada perdida en las marcas de mi cuerpo- por favor Raquel-giré mi cabeza para mirarla directamente y la veía reírse entre dientes.

Sergio cariño, que no pasa nada que son dos chupetones de nada- dijo entre risas.

Que no pasa nada?, que tenemos que dar clase ahora y esto no lo tapa la camisa. Estoy continuamente diciéndoles a los demás que nada de distracciones y voy yo y aparezco con el cuello marcado para darles clase- dije atacado mientras pasaba las manos por mi pelo de forma desesperada- De que te ríes?- Raquel no parecía afectada todo lo contario, la situación le parecía graciosa, cabe mencionar que verla reír de esa forma era muy gratificante, aunque para mi la situación no fuese cómica.

Sergio por favor que estas haciendo un drama de nada- dijo acercándose para rodear mi cuello con sus brazos - Además ayer no te escuche quejarte, todo lo contario- me susurro en el oído de forma sensual haciendo despertar mi interior.

Si no me quejo Raquel, pero ya sabes que a mi esto me da- suspire ante el contacto de su boca mordiendo el lóbulo de mi oreja- un poco de apuro.

Todo el mundo sabe que somos pareja- me miro a los ojos- y no te voy a negar que me agrada que se vea eso de ahí -señalo la marca morada del cuello- así ya no les cuesta tanto imaginarnos, que se creen que somos nuestros vecinos los monjes.

De monjes nada -dije antes de devorar esos labios que llevaba unos minutos observando. Separándonos para respirar aspire el aroma que procedía de su pelo- Oye, este champú italiano me gusta mucho- dije acercándome mientras repartía besos pesados por su cuello.

Ah si? pues a mi no, me reseca mucho el pelo-la escuche decir entre suspiros hasta que se aparto de forma brusca al notar lo que estaba haciendo- Estas intentando algún tipo de venganza Marquina?- me miro con una sonrisa.

No soy nada vengativo- dije de forma totalmente irónica acercándome a su cuello de nuevo, la escuche reír mientras ladeaba a un lado la cabeza.

Pues que pena- se separo de mi después de unos cuantos besos mas en los labios- No pongas esa cara que tengo que ir a llamar a Paula y tu tienes que terminar de vestirte para la clase de luego. Tengo algún pañuelo por ahí si quieres tapar eso de ahí- dijo antes de soltar una carcajada y salir de la habitación, dejándome con una sensación de alegría y paz interior que solo ella me generaba. 

Monastery Vibes- One shootDonde viven las historias. Descúbrelo ahora