Viernes 11:57pm;
Gabana Club, Madrid
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-Me haces falta - escucho una voz familiar y algo ronca detrás de ella, y estaba casi segura de quien era, pero no tuvo el coraje de darse la vuelta para confirmar sus sospechas.
Tan pronto como se encontró con Samuel en el área VIP, Carla no podía soportar estar en el mismo ambiente que él y bajo al bar, donde estaba segura de que no encontraría caras conocidas. Bueno, al menos hasta ahora.
-¿No dirás nada? - él se acerca, susurrandole al oído, e inmediatamente la marquesina siente todo su cuerpo temblar por la sensación de tenerlo cerca, pero ella no mostraría ninguna reacción. Al darse cuenta Samuel que Carla no se daría la vuelta para verlo, le acaricia cariñosamente su rostro, y cierra los ojos cuando huele el perfume que le revolvió la mente. - podemos hablar.
-Samuel, ya estoy cansada de tus juegos. Ya tienes mi confesión¿que más quieres de mí? - Carla se da la vuelta bruscamente, sintiendo un escalofrío en el vientre al mismo tiempo que se encuentra cara a cara con él, pero ignoro la sensación. Nunca dejaría que su corazón hablara más fuerte en ese momento.
-¡No te usé! Quiero decir, al principio sí, pero...... - Carla nise molesta en esperar a que termine la oración y se va, dejándolo hablando solo. Sin embargo, Samuel era muy insistente, y ella lo sabía bien. - No es justo, tienes que escucharme! Carla, acabo de ayudarte a hacer lo correcto, ¡lo sabes!
-¿Lo correcto? Samuel, mis padres ya no me hablan, perdí a todos mis amigos, y estoy completamente sola por tu culpa! No te importa lo que esta bien, ¡Solo te importa, Marina!
Durante tanto tiempo había mantenido esa palabras atrapadas en su garganta que, en el calor del momento, terminaron dejando su boca sin que ella lo notara.
-Carla...... - trata de hablar pero no puede, parecía que sus cuerdas vocales habían sido arrancadas. Además, era blanco como un fantasma. Carla pensó que estaba exagerando, o tal vez incluso jugando con su cara. Sin embargo, al mismo tiempo se da cuenta que la música de la balada deja de sonar y, de repente, su propia voz comienza a salir de todos los altavoces del club. Con el corazón en las manos, se da la vuelta solo para encontrar su rostro proyectado en la gran pantalla detrás del DJ, que también parecía sorprendido por la situación.
El video que se producía en el proyector llamó la atención de todos, haciendo que cualquiera detuviera lo que estaban haciendo para mirar.
Comenzó con Carla grabandose a sí misma usando la cámara frontal de un teléfono celular, en la apareció en un automóvil donde el sonido era muy fuerte acampoñado por tres personas más, todas visiblemente borrachas. En un momento, Carla apuntó la cámara a un chico, que parecía tener alrededor de 17 años y estaba detrás del volante. Al darse cuenta de que estaba apareciendo en el video, rápidamente tomó un vaso de bebida, y se da la vuelta de inmediato, y luego grita con entusiasmo.
En el club nocturno, todo los ojos estaban puestos en ella, y a unque estaba acostumbrada a este tipo de situaciones, eso era algo totalmente diferente, no sabía exactamente como actuar. Luego comenzó a mirar a Samuel, en una silenciosa solicitud de ayuda, pero el parece no entender nada en lo absoluto. Carla reconoció ese video muy bien, había sido grabado dos años antes y ese mismo día su vida había cambiado para siempre.
Un ruido fuerte atrae la atención de todos hacia la pantalla. El video que mostraba a los adolescentes borrachos y felices, ahora mostraba a todos en un semblante desesperado.
-Samuel, necesito apagar eso ahora - dice Carla, indirectamente pidiendo su ayuda. Aunque confundido estaba dispuesto a ayudarla, hasta que sintió su teléfono vibraba en su bolsillo. Luego lee algo que, por su expresión, no debería ser algo bueno. Carla respira ondo, tratando de mantener la calma cuando lo mira dice :
-Se quien lo hizo
Al otro lado del club, detrás del escenario principal, estaba Cristian, lleno de satisfacción mientras observaba la desesperación en la cara de la marquesina desde lejos.
De echo, el "jefe" había logrado todo lo que había prometido : Christian pasó por seguridad sin ningúna dificultad. De echo, su nombre estaba en la lista VIP. Luego, exactamente como le había indicado, camino con calma por algunos pasillos hasta que se acerco al escenario, donde un chico estaba seleccionado la música para la fiesta. Espero dos minutos para que alguien llamara al DJ para poder arreglar algo, y tan pronto como el escenario estaba vacío, Christian inserta
subrepticiamente el CD al reproductor de portátil. Poco después,
regresó a donde estaba, y apatir de ese momento comienza a sentirse exitado, tanto placer que estaba sintiendo. Finalmente iba a caer esa hija de puta, y eso fue solo el comienzo.
Quién dijo que la venganza es amarga, ciertamente no tenía gusto. Para Christian, la venganza era la cosa más dulce y deliciosa que había probado en la vida.
.........
-Christian? - Carla pregunta aterrorizada - es imposible, esta hospitalizado en Suiza.
-Creo que no es tan imposible. Me envió un mensaje, Carla. Y lo peor, sabe todo sobre nosotros - Samuel respira ondo, tampoco fue fácil para él, después de todo, Christian no sólo era uno de sus mejores amigos, lo quería como un hermano. Samuel había traicionado su confianza, y lo peor de todo era que no sabía de que lado estaba, porque aunque sabía que debería estar de lado de su amigo, no podía alejarse de Carla en lo absoluto.
-Olvidalo, ya es tarde
Al principio, Samuel no entendía porque se había rendido repentinamente. ¿Todavía sentía algo por Christian? tal pensamiento no abandonó su cabeza hasta que algo despertó su atención y, cuando miro la pantalla, se aterroriza cuando ve que el video muestra a hombre tirado en el piso de una calle, todo ensangrentado mientras gime de dolor. Había sido atropellado.
Aterrorizado, Samuel se vuelve hacia Carla, buscando alguna explicación. Sin embargo, fríamente, sin quiera mirarlo a los ojos, simplemente dice:
-Fue un accidente
Perdón por la demora, tuve que rehacer el capitulo porque se me había borrado.
Espero les guste.
Bay.
