One Shot katekyo hitman reborn (Bel y fran)

El pequeño

Arashi Naifu, un niño de tan solo cinco años de cabello rubio y de ojos verdes iguales a los de su ¿madre?.

Digamos que Arashi era un niño  ¿especial? Bueno, siendo un niño con un toque para desesperar a cualquiera con poca paciencia o una normal o con mucha ¡sin duda lo debió sacar de su madre! Y sin hablar de lo que había sacado de su padre.

No se podía esperar más del hijo de Bel y Fran.

Aunque esto no era creíble ¡era cierto! y vaya
que difícil de creer...

Volviendo al tema principal cierto cabeza de piña rogaba que le llegara más paciencia de la que tuvo con Fran de pequeño, porque vaya que la necesitaría con este pequeño demonio.

-Que si!

-Que no!

-Que si! Maldita piña!

-¡Cuidado con quien hablas mocoso!

-Y tú recuerda quien es mi padre!

-Uy si que miedo. El señor de los cuchillos me comerá. -Replicó Mukuro burlándose del pequeño quien le gritaba desde el sofá.

-¡No le faltes el respeto piña pedofila!

- ¡Ey! ¡no que no soy un  pedófilo!- Grito Mukuro con una vena hinchada en su frente.

- Claro, y yo nací ayer.-Se burló el pequeño rodando sus ojos.

- Oh...pero que rico.

En ese momento el pequeño suplico recordar que era lo que tenía que hacer según su padre en estos casos. Y al mismo tiempo que la piña quedaba extasiada y el pequeño rogaba a San Juan que lo salvara, se escuchó un sonoro portazo.

- ¡ARASHI! HIJO DE MI ALMA!!!! -Un Bel salvaje entró gritando en busca de su hijo. El niño solo suspiro por lo la salvada, para bajarse del sofá con cierto esfuerzo corriendo a los brazos del susodicho.

- Papá! el cabeza de piña no deja de acosarme- Dijo con su típico tono monótono característico de su madre, mientras se escondía del cuello de Bel el cual miraba con odio al reemplazo de emergencia.

- Bel-Senpai~ ¿por qué tiene esa cara de que matará a mi maestro?. - En ese momento había llegado la madrecita del pequeño.

- Shishishi~ -respondió pasándole a Arashi como si fuera un trapito.- No pasa nada solo aré un pequeño jugo de piña.

- Senpai~ recuerde que mi maestro es el padrino de Arashi~

- Y quien lo decidió!?-Replicaron los tres presentes.

-Acaso me están contradiciendo?

-No Mamá....-Respondieron los tres para que le llegara a Mukuro una mirada de odio por parte del rubio.

Ya a las horas después de que la piña se fuera en una "tranquila" cena en Varia el pequeño Arashi se encontraba en su habitación con uno de sus dilemas mientras su madre le tapaba con las mantas para darle las buenas noches.

-Mamá ¿puedo hacerte una pregunta antes de dormir? -Preguntó con voz suave, a lo que Fran solo asintió con la cabeza mientras se sentaba a un lado de este.

-Sí mi padre tiene las llamas de la tormenta y tú las de la niebla ¿Por qué tengo las llamas de la nube?

-Ay, hijito...si supieras la fiesta que hubo ese día, deberías alegrarte de
que tu risa no sea Kufufufu.

Al otro día~

Ya en la mañana la linda familia se encontraba desayunado para que después Bel fuera a dejar a Arashi al jardín. Todo iba perfecto con mucho silencio era una mañana demasiado fuera de lo común.