Oh, mi pequeña dama.
No, debería asustarse al ver lo último de mi nota, al contrario debió sentirse alagada.Después de todo consiguió qué alguien con una personalidad cómo la mía.
Se sintiera cómo una siempre polilla de la noche, llendo a una hermosa luz qué puede ser su perdición, al no tener cuidado.
El aroma a los Girasoles son perfectos, para las temporadas de primavera e verano, qué vendrá en estos días de vacaciones.
¿Sabés?, tu sonrisa es cómo está flor qué brilla a la luz de sol, estando sin importar el clima o lugares.Siempre mostrando su hermoso color amarillo es color de la alegría.
Cómo la calides de tu presencia, cuándo estabas a mi lado, eres única en tu especie por tu hermosa creatividad, en momentos de apuros, aunque tus chistes no, sea mucho de agrado de mis expectativas.
Ya, qué seré flanco tus chiste son tan malos, qué aveces causa gracia.
Aunque, también sea el color de la envidia ya qué en tus ojos veo reflejado eso aveces, para mi es una cosa con significado también.
Miéntra tu tenes envídia, de la fuerza física de los demas y poderes de éstos.Yo, envidia a la personas qué tiene amigos fieles, qué tiene a quién esté a su lado para darte la mano, sin pedir nada a cambia.
Qué alguien con más belleza, venga y me arrebate todo lo qué tengo hasta ahora, qué alguien me arrebate el poco cariño qué me tenés cómo amigo.
Los dos tenemos lo en común, qué es el color de la inseguridad, qué aunque negamos existe en nuestro interior, o talvez esté equivocado y solo sea yo.
Quién intenta desahogarse en medio de un papel y una pluma.
Cambiando de tema, ahora mismo estoy en mi habitación jugando a un simple juego de niños.
¿Adivina qué más se hace con los Girasoles?.
Exacto se juega, a un juego de "Me quiere, No me quiere, Me quiere", suena tonto.
¿No? Pero es un juego qué me gustó de mi infancia es simple, tanto qué uno deja un destino a los pétalos de una hermosa flor de un
"Me quiere o No me quiere"
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𝓢𝓦𝓔𝓔𝓣 𝓢𝓒𝓔𝓝𝓣
Fanfiction𝓉ℯ ℯ𝓃𝓋𝒾𝒶𝓇ℯ 𝓃ℴ𝓉𝒶𝓈 𝒸ℴ𝓃 𝓂𝒾𝓈 𝒽ℯ𝓇𝓂ℴ𝓈ℴ𝓈 𝓅𝓇ℯ𝓈ℯ𝓃𝓉ℯ𝓈, 𝓈ó𝓁ℴ 𝓅𝒶𝓇𝒶 𝓁ℴℊ𝓇𝒶𝓇 𝓆𝓊é 𝓉𝓊 𝒸ℴ𝓇𝒶𝓏ó𝓃 𝒸𝒶𝒾ℊ𝒶 ℯ𝓃 𝓂𝒾𝓈 𝓂𝒶𝓃ℴ𝓈. 𝓎ℴ 𝒿𝒶𝓂á𝓈 𝒻𝓊𝒾 𝒾𝓃𝓈ℯℊ𝓊𝓇ℴ, 𝒽𝒶𝓈𝓉𝒶 𝓆𝓊é 𝓊𝓃 𝒹í𝒶 𝓁𝓁ℯℊ𝓊ℯ ℯ𝓁 𝒻𝒶𝓂ℴ𝓈ℴ 𝒻ℯ𝒸�...