Es media noche, es un limitado crepúsculo y el inminente comienzo de un proceso introspectivo voraz y desgastante.
Con un débil preámbulo, la vida acompañada de un tenue pero inmutable demonio me ha susurrado al oído “es hora, es tiempo, demuestra lo que eres”; he estado día a día en la incesante búsqueda de mi ser, en el cuestionamiento repetitivo de mis pensamientos, sin embargo, ¿No se presenta como una tajante injuria no actuar conforme mis ideas?, ¿No me estaré sumergiéndome voluntariamente en una irreflexiva “apnea” metafísica, ¿Estaré claudicando ante el detestable e insustancial mundo de la complacencia? ¡Que incoherencia es esta! ¡Ceder ante tal superficialidad!
Es mi hora, es mi auténtica hora más oscura, es tiempo de despertar los demonios que he doblegados con anterioridad, hay una leve fisura en mí, causada inminente por el miedo y la cobardía. Ha llegado el momento, de bailar al son de mi medio día, de amar con el gran desprecio y de crear mis nuevas tablas. Conservaré y cuidaré el estandarte de mi actuar, es menester que mis ideas y mi actuar converjan en momentos de especial criticidad moral. Serenidad, lucidez y raciocinio han de alzarse en medio de tanto caos ¡Es hora amadas mías! Es hora de confrontar mi abismo, miraré en él sin que este vulgarmente logre trasgredir mi ser.
No hay vuelta atrás, no hay pasos en falsos, he de obedecer de forma absoluta y sin súbito descanso a mi ser, somos uno, hemos hecho las paces y no volveremos a desfallecer ante despreciables gusanos del pasado, la manzana de mi espíritu ahora es invulnerable y se levantará victoriosa, yo seré mi propio redentor e ídolo.
Ven alma mía, ven ser mío, vamos a someter todo miedo, todo abismo, todo monstruo que yace en mí.
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Reflexiones de un individuo más.
Short StoryLos ojos de mi alma, de mi espíritu y mi sentir. Un rebelde pero sensato recorrido por mi corazón. Intrascendente pero quizá interesante forma de incursionar en la desnudez de un alma anónima.
