El dolor y la sangre cesaron para dar paso a una inmensurable paz, paz que Tony nunca conocería porque se la había regalado al mundo al que acababa de salvar con su sacrificio. El sol se estaba poniendo y la luz que desaparecia parecía arrastrar toda la pena y el sufrimiento que Thanos había traído al mundo durante cinco años, ahora él era un puñado de cenizas y ya no podía hacer mas daño, ahora todo estaba bien.
Pero no para Stephen, él aún no concebía la idea de que para salvar al mundo tuvo que perder el suyo, pero era la única manera.
Y ni siquiera tuvo tiempo de decirle un adiós o un lo lamento y tal vez nunca lo tendría.
A menos que...
Strange conjuró un portal hacia Vormir y lo cruzó, ignorando los llamados de sus ahora compañeros Vengadores. El lugar de cielo cárdeno parecía desierto hasta que escuchó una voz en sus espaldas que le dijo lo contrario.
—Y ahí está, mi humano favorito. —habló la entidad desde su trono de piedra.
El hechicero volteó a ver al ser. —Adam. —pronunció en un saludo.
—¿Qué te trae aquí, Strange? —preguntó el guardián de las almas—. Creí que te había quedado claro la última vez de que aún no llega tu hora.
Stephen recordó las millones de veces que estuvo ahí como resultado de sus muchas muertes por parte de Dormammu, pero el bucle hacía que fuera y viniera para desgracia de Warlock, quién harto de todo eso le gritó: «¡Vive de una vez!»
—Busco a Tony Stark —respondió a la inquiriente del otro.
—El recién llegado. —expresó—. Imposible, su tiempo expiró. Su alma pronto empezará su proceso de reencarnación.
—Dame un último momento con él —pidió Strange—. Por los viejos tiempos.
Adam vió a su amigo y suspiró. —De acuerdo.
La entidad cósmica chasqueó los dedos y un cuerpo astral apareció.
Stephen se acercó a él lentamente, sus ojos brillaban y amenazaban con dejar caer algunas lágrimas.
—Lo lamento tanto.
—No podías evitarlo. —habló—. Tú lo dijiste, era la única manera.
Stephen bajó la cabeza y tomó la mano del otro. —Voy a sacarte de aquí.
—No, no lo hagas —pidió—. Nunca había sentido tanta paz como la que siento ahora.
Strange dejó caer una lágrima.
—Te amo, recuérdalo siempre.
—Yo también te amo. —soltó en un sollozo.
—No se a dónde iré, Stephen. Si alguna vez llegas ahí, búscame.
Tony se acercó al hechicero y soltó su mano.
—Pero ahora necesito que me dejes ir.
Y de la misma forma en que apareció, el espíritu de Tony se desvaneció.
La Capa de Levitación quiso limpiar las lágrimas de su amo pero temía que fuera a reaccionar como la última vez, sin embargo, este la dejo.
—Eso fue muy emotivo, debo admitirlo —mencionó Adam quién había presenciado toda la escena—. Pero tengo otras almas de las que debo hacerme cargo, no es que te este echando...
—Espera —habló el hechicero, un poco más tranquilo—. Quiero negociar contigo.
Warlock cruzó la pierna y miró al otro seriamente. —¿Y qué va a ser esta vez? ¿Una extensión para Tony?
—No —Strange voló hacia la entidad cósmica para verlo cara cara—. Átame al alma de Tony.
—Olvídalo. Eso es súper Imposible. —acotó—. No sé de dónde sacaron los humanos eso de almas atadas con un hilo rojo porque yo no puedo hacer eso.
—Vaya, eres un excelente guardián de las almas —mofó.
Warlock pensó un momento. —Aunque puedo hacer algo similar. Pero te costará.
—Pago lo que sea. —aseveró Strange.
—Él siempre está dispuesto a un buen trato —dijo, refiriéndose a si mismo y después forjó un puñal a partir de energía cósmica—. Escribiré tu nombre en la mano de Tony y el de él en el tuyo, eso creará una conexión y hará que tú reencarnes en un ser humano y no en un pingüino como yo lo tenía planeado —explicó—. Sin embargo, eso no asegurará que se enamoren, ese es tu trabajo. Será difícil, te advierto, ustedes serán dos personas distintas y no recordarán nada.
—¿Y tú qué ganas con eso?
—Aquí viene lo interesante —mencionó, frotándose las manos—. Si ustedes no se enamoran o ni siquiera se conocen, yo pulverizaré tu alma y no podrás volver a reencarnar jamás. Incluye también de que sólo uno de ustedes este enamorado del otro, en ese caso, será una muerte instantánea.
Stephen bajó al suelo a pensar, tuvo un pequeño temor por la propuesta pero la idea de no volver a saber de Stark lo aterraba aún más. Tan sólo tenía una oportunidad, pero era mejor que nada.
—Acepto.
—Bien —Adam se agachó y tocó la frente del otro, haciendo que se desmayara al instante.
Absorbió su alma y la proyectó en una de las muchas cápsulas que tenía, tomó el puñal y talló la inicial de Anthony en la mano. Después fue a la otra cápsula donde ya estaba Stark y también talló la inicial de Stephen, se le hizo un tanto difícil pues la mano del otro parecía producir alguna clase de energía extraña. Al finalizar cerró las cápsulas y dejó que el destino hiciera su trabajo.

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Prometo Encontrarte [IronStrange]
FanfictionTony y Stephen mueren con la angustia de no haberse amado por más tiempo, en sus últimos momentos declaran que si no pudieron amarse en esta vida, prometen encontrarse en la otra. Aportación al evento 𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒚 del grupo de la Sociedad de Arti...