¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Katsuki Bakugou se encontraba apoyado en la pared de la habitación de su pareja. Había llegado el baile de final de curso y le había pedido a su novia ser su acompañante. Bueno, siendo sinceros no sé lo pidió, ni siquiera le gustaban los bailes, pero Yaoyorozu consiguió convencerle de alguna manera que todos desconocían.
—¿Te falta mucho?
El chico estaba ayudando a la morena a escoger lo que se iba a poner esa noche. Él ya había terminado y tampoco tenía nada mejor que hacer.
—¿Tú crees que debería ponerme unos tacones?
Aquella pregunta le tomó por sorpresa. No entendía porque le estaba preguntando a él sobre zapatos si a penas le interesaban. Sus zapatos eran de un mercadillo de segunda mano porque no quería gastar todos sus ahorros en unos zapatos mejores para un baile absurdo.
—¿Por qué lo dices?
Yaoyorozu desvió la mirada avergonzada, mientras miraba al rubio. Bakugou arqueó una ceja buscando respuestas ante su pregunta.
—Ya soy más alta que tú y tal vez ponerme tacones no quedaría demasiado bien.
—¿Me estás llamando bajito?
El rubio ceniza gruñó. No le gustaba que mencionara su altura, aunque la morena no dejaba de tener razón.
—Solo eres un puto centímetro más alta que yo, no te emociones. Por mí puedes ponerte hasta cinco pares de tacones, me importa un rábano.
La chica sonrió un poco, a veces se le hacía gracioso como Katsuki se enfadaba por ese tipo de cosas.
—Creo que no me los pondré, no quiero que tu orgullo se vea afectado.
Una sonrisa juguetona se dibujó en los labios de la chica. Bakugou la miró frunciendo el ceño.
—¿Qué quieres decir?
—La mayoría de los chicos son más altos que sus parejas, tú serías el único que no. Tal vez te afecte de alguna manera.
El de ojos rojizos no se podía creer lo que estaba oyendo. Momo le dedicó una sonrisa inocente mientras miraba dichos zapatos.
—Me importa una mierda.
—¿Ah sí?
—Me da igual si te pones los putos tacones o no. Solo quiero que te des prisa, llevas horas eligiendo que te vas a poner.
En realidad le importaba ¿Por qué Yaoyorozu tenía que ser más alta que él? Aquello le enfadaba, estaba seguro de que los estúpidos de sus amigos se iban a burlar de él por ello. Todo era culpa de la genética por no darle más altura.
—Tendrás que ponerte de puntillas para besarme, entonces.
—Estás jugando con fuego.
Por ahí no iba a pasar. Aunque le fascinaba lo directa que era a veces Yaoyorozu con él. La hacía ver mucho más segura y eso le gustaba al rubio, después de todo la gran mayoría habían madurado en muchos aspectos personales.
