La alarma sobresalto a Michael, haciéndolo caer de su cama con las sabanas envueltas al rededor de su cuerpo.
Su cabeza se golpeo sonoramente contra el suelo de madera de su habitación.
"Auch" se quejó, pasándose la mano cuidadosamente por su cabeza, ahora, color roja.
No creas que le ha salido sangre, para nada, el golpe no fue tan fuerte. Simplemente, el día de ayer se pintó su cabello color rojo.
El chico pintaba su cabello casi cada mes. Todos los colores, me atrevo a decir, han pasado por su, originalmente, rubio cabello.
Aunque «se caiga su cabello, como su tío Tobias» , como decía su madre, a el parecía no importarle.
Se pintaba, y pintaba el cabello, según el, era un chico muy «punk rock». No lo era.
Se desenredo las sabanas y se levantó del suelo soltando un suspiro. Hoy era el primer día de clases, después unas largas y muy merecidas vacaciones de verano.
Con ese día comenzaba su último año de preparatoria y después comenzaría la universidad en Sydney.
Vivía en Quaker's Hill, no se quejaba de la ciudad, tenía un Domino's y un McDonald's, lo cual era genial, sin embargo, el ir a Sydney, le daba más oportunidad en todo.
Vio la hora en su celular. Siete horas con diez minutos. Su escuela comenzaba a las ocho así que tenía media hora para estar listo y tomar el autobús a las diez-cuarenta y cinco.
Se metió a la ducha y lavó su cabello, haciendo que el agua de la regadera se tiñera un poco de rojo.
Rió internamente. «Lo que sufrirán las chicas » pensó.
Salió de la ducha con una toalla rodeando su cintura; saco de su armario su atuendo del día: una playera de Iron Maiden, unos jeans ajustados negros y sus botas negras topo militar, no estarían mal.
Término de ponerse su bota izquierda, se levantó y se dirigió hacia el espejo que colgaba de una de las cuatro paredes azules de su habitación.
Se arreglo su ya casi seco cabello rojo, salió de su habitación y se dirigió a la cocina en donde se encontraba su mamá preparando el desayuno.
"Buenos días" dijo entrando a la cocina.
"Buenos días" respondió su mamá con una enorme sonrisa.
El ver a si hijo Michael con salud era algo que siempre le hacia feliz, al igual que el estar con su esposo.
"Toma tus hot-cakes" le entregó un plato con dos hot-cakes y miel de maple esparcida por casi todo el plato.
Michael que se encontraba recargado en la barra de la cocina, tomó el plato y se dentro en una de las sillas del comedor y comenzó a comer sus dulce desayuno.
"Mamá" dijo con la boca llena de pan, llamando la atención de su madre.
"Si, Mike, dime" dijo su madre mientras tomaba asiento al lado de pelirrojo.
"¿Me das dinero? Lo que pasa es que vi en la tienda el último disco de All Time Low y en verdad deseo tenerlo" dijo casi suplicando a su madre.
Michael era un gran fan de esa banda. Muchos lo consideraban raro por el género de música que escuchaba y por como se vestía, excepto sus mejores amigos, Luke y Calum, quienes tenían los mismos gustos que el.
"Esta bien" dijo su madre asintiendo con la cabeza "pero solo porque tienes buenas calificaciones" saco el dinero de su bolso del pantalón y se lo dio.
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« Tímido » m. c.
Fanfiction"No soy el tipo de chico que hable mucho con chicas" dijo jugando con sus manos, sobre su regazo. "Bueno, pero yo" dijo señalándose a ella misma "No acepto un no por respuesta" una sonrisa se expandió por su cara de tez blanca.