Nuestra Luz

Una Nueva Vida

El nunca comprenderia durante el trayecto desde el refugio perteneciente al Clan Uchiha en que había decidido permanecer hasta entonces hasta la mansión Hokage, su hermano Sasuke no había atinado siquiera a decirle nada mas que simplemente pedirle que lo acompañara. Menos aun comprendia el por que el menor le habría cubierto los ojos con una venda blanca. Sonrio sin poder evitarlo cuando, a medida que se aproximaban a su destino, lo invadio un Chakra familiar y con un dejo de hostilidad que Itachi de todos modos esperaba. Después de todo, como miembro de Akatsuki y aun sin quererlo le había causado mucho daño al portador de aquel Chakra aun cuando al final de su vida decidio unirse a su causa. Por otra parte, era consciente de que había sido un miembro de su Clan quien eventualmente decidio liberarlo para sus propios fines. El hombre de cabello lacio ebano hasta los hombros y con su ojo izquierdo cubierto con una hebra del mismo entonces saludo a la persona de pie frente a ellos llamándole por su nombre mas que su rango (lo cual no era habitual en Sasuke de todos modos). Itachi luego escucho la voz del Séptimo Hokage intentando 'calmar' a Kurama, percatandose de que efectivamente había estado en lo cierto al pensar que la hostilidad del Kyubi iba dirigida a el y no a su hermano menor.

-Temo que haya sido un error venir... -dijo sin que su semblante o postura revelara emoción alguna -Me marchare si es lo que quieres, Kurama. Se que puedes oirme...-. Sin dar lugar a que Naruto o Sasuke dijeran una palabra y una vez que el menor le había quitado ya la venda en sus ojos, Itachi volteo dándoles la espalda con la intención de marcharse. Sin embargo y sin poder siquiera anticiparse a dicho movimiento con su Mangekyo Sharingan sintió su cuerpo literalmente inmóvil y dejo escapar un leve jadeo como si se hubiera quedado sin aire. Ni siquiera necesito meditar demasiado para reconocer aquella tecnica. Por un lado, recordaba a su creador y lider del Clan al que pertenecia. Por otro, le bastaba con bajar apenas la vista a sus pies para entender que había sucedido. Los miembros del Clan Nara eran, al igual que los Uchiha, usuarios tanto de Elemento Yin como de Genjutsu. Aquello no obstante no los hacía inmunes al Mangekyo Sharingan entre otras tecnicas de Genjutsu. Itachi intento como pudo tensar ligeramente sus musculos. Honestamente y solo Sasuke comprendia el por que, en ese instante no tenia fuerzas para revertir la Atadura de Sombras. Ni le importaba hacerlo.

-Entiendo que precisamente tú entre todos los habitantes de Konoha desconfíes de un Uchiha. Fue un Uchiha quien te arrebato a tu padre después de todo. Sin mencionar que yo mismo acabe con mi familia... Pero entiende una cosa: no voy a negarte el derecho a odiarme si eso es lo que quieres. Sin embargo no es eso por lo que regrese a Konoha... Realmente deseo devolver a este sitio, a tu amigo lo que han hecho por mi...-. Las manos del hombre de cabello negro y coleta a media altura (exactamente como su padre Shikaku) permanecen tensas en el mismo sitio mientras sostenia su jutsu. Cuando el de cabello ebano y lacio acabo sus palabras sin embargo, Nara se relajó apenas ligeramente hasta que poco a poco comenzó a deshacer su jutsu liberando así al Uchiha. Itachi respiro profundamente, mas se mantuvo en silencio sabiendo que el shinobi tenia algo que decir en respuesta a sus palabras. Y de hecho así era.

-Konoha ha perdonado a Sasuke por crímenes mucho peores. Atento nada menos que contra los Kages... Y contra Naruto y Sakura... ¿Te crees mucho menos digno del perdón de la aldea? Todos hemos oído tu historia a estas alturas, Itachi. Probablemente tengas razón respecto de que tendrás que ganarte mi confianza porque no voy a negarlo. Pero si los dos shinobi mas poderosos de Konoha, uno de ellos nuestra máxima autoridad, e incluso sus predecesores han decidido recibirte nuevamente como un ninja de la aldea, entonces no me opondré...-. Relajo definitivamente su postura y ante los rostros atónitos de Naruto y Sasuke, Shikamaru se acerco al mayor de los Uchiha y le extendio su mano derecha ofreciéndole una sonrisa leve aunque absolutamente sincera. El Uchiha devolvió tanto el gesto de estrechar la mano ofrecida como la sonrisa, con su mirada ónix fija en los propios ojos oscuros de Nara.