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     Un pequeño cuadernillo rosado se encontraba tirado en el piso del ático lleno de polvo, lo tomé entre mis manos y soplé los restos. Miré el contenido del cuaderno, sin embargo no tenía nada escrito, estaba completamente limpio.

     Terminé de limpiar por encima el piso y muebles del lugar, luego bajé corriendo hacia mi habitación. Con mucho esmero decoré aquel cuadernillo, agregando en la portada la palabra en cursiva "Sucrette", mi nombre. Al finalizar lo coloqué en mi mesilla de noche, apagué las luces y abandoné la habitación.
En el living mi padre dormía tranquilamente mientras mi madre cocinaba la cena. Termino mis últimos apuntes y guardé todos mis materiales dentro de la mochila, lista para el siguiente día de clases.

     —Cariño, la cena se enfriará —asiento. Volví al comedor al lado de mi madre.

     —Lo siento, estaba terminando mis deberes.

No volvimos a dirigirnos la palabra, comíamos en completo silencio.

     Era muy incómodo cenar así, sin pronunciar palabras. El tiempo pasa y sigo sin acostumbrarme a ello.
Miré nuevamente mi cuaderno, lo tomé y hojeé las páginas poco a poco. Algunas seguían con restos de polvo, otras estaban arrugadas pero ninguna se desprendía. Casi finalizando una pequeña rosa seca con sus pétalos despedazados se encontraba abandonada. No tenía ninguna nota o signos de que alguien la pusiera recientemente.

     —¿Qué ocurre con esto?...

Hidden | CDM | ArminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora