Hidden | CDM | Armin

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     Retiré de mi rostro el exceso de maquillaje junto a los grandes pendientes dorados que colgaban de mis orejas. Aquellas pestañas postizas las boté en la basura junto a una servilleta que estaba dentro de mi sostén.

     —¿Cómo llegó eso ahí?

No tenía idea.
Rápidamente me quité mi vestido oscuro y lo guarde en una bolsa de plástico, tomé mi maleta con ropa y salí de casa.

(...)

     La central de autobuses estaba completamente vacía, mi madre y yo éramos de las únicas personas en ese lugar a esa hora, sin contar a los empleados, claro.
Revisaron nuestras maletas y entregamos los boletos antes de abordar.

     —¿Puedo sentarme en la ventana? —mi madre asiente.

Apagué el aire acondicionado de los asientos, por otra parte tomé mis auriculares y los coloque en ambos oídos.

     —¿Estás bien, Sucrette? —no respondí.

¿Cómo me sentía exactamente?
Deprimida, claro. Aunque ya nos habíamos mudado de zona en varias ocasiones esta era la primera vez que abandonábamos nuestra ciudad natal. Jamás me acostumbré a este tipo de cosas.

Ahora cerraba mi historia en el Sweet Amoris de la peor manera, dejé a mis amigos sin darles explicaciones y lo peor de todo es como dejé a Armin.

     —No quiero hablar sobre ello.

El autobús comenzó a tomar su camino, ya veía a través de la ventana como nos alejábamos de ahí.

     ¿Cómo estarán los demás? Espero que se diviertan mucho en la fiesta y no se preocupen por mi ausencia, ni siquiera lo notarán. Logré despedirme de Alex, Rosa y Evan en los últimos momentos, me sentí terrible al hacerlo; fue peor con Armin.
Le rompí el corazón en el peor momento. También me siento con esa soledad, sin embargo sabré vivir con la culpa, ¿y el chico? Espero que lo haga.

     Una mujer nos entregó unos emparedados con bebidas y luego se fue para atender a los otros pasajeros.
No tenía apetito para comer después de esa noche, quería regresar, ¡deseaba vivir mi vida en esa ciudad! Estar con Armin y levantarme con pereza todas las mañanas recordándolo como mi motivo.

Pero eso no será posible, la distancia fue cruel a nuestra contra.

     Me acomodé en una posición más cómoda para dormir las próximas horas hasta llegar a nuestro nuevo hogar.