Capítulo 1.

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Advertencia ⚠.


Toda la historia tendrá contenido +18, sí eres menor de edad por favor no lo leas, si aun quieres leer no puedo evitarlo, hacique disfruta.

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Una pequeña niña de no más de tres años, se encuentra en el jardín comiendo algunos postres, el clima agradable solo hacía que los pasteles sabrieran mejor.

Su Padre el Duque Joshua James, estaba en el Castillo del Emperador, su Madre la Duquesa Katerin de James, se encontraba en una fiesta de Té de la Condesa Agata Báez.

Aunque ella regresaria rápido ya que su condición de embarazada hacía que se cansaría más rápido.

Sus padres son una pareja muy amorosa, más que todo su madre, casi todos los días su madre le da cumplidos a su padre junto a algunos besos, ella es muy energíca en demostrar su amor por el.

Aunque su padre puede tener una apariencia que da miedo por su cabello negro liso un poco largo, ojos azul oscuro penetrantes, junto algunas sicatrices en su rostro y una cara de poco amigos, en realidad es tímido, no habla mucho, además le da pena cuando su madre lo alaga o besa en público, lo eh notado por que sus orejas se ponen rojas.

Es una pareja bastante singular por ser tan opuestos, pero a ella le gusta mucho sus padres aunque aveces pensaba que su madre era demasiado energíca, cariñosa, por que incluso con ella era bastante amorosa, a veces piensa de donde saca tanta energía.

Escucho un pequeño estornudo interrumpiendo sus pensamiento, se había olvidado de su sirvienta personal Marísa.

Lo siento mi lady Lucía, hay mucho polen - su cara estaba un poco roja.

Esta bien Marísa, pero si no te sientes bien puedes irte - ella negó rápidamente, ponienfo una expresión algo seria.

No se preocupe mi lady, estoy bien, no es muy grabe -

Esta bien, pero si se agraba, pide permiso y ve a ver a un doctor-

Gracias por su preocupación mi lady Lucía, le premeto que iré si se hace más grave -

Marísa no tenía más de 10 años, su apariencia era bonita, cabello castaño amarrado en un moño, piel clara y unos ojos café claro, según lo que le dijo su padre su familia a servido a la suya durante generaciones.

El padre de ella, el señor Luan, a servido al su padre desde que era un niño, además al parecer ellos sólo se llevan algunos años al igual que Marísa y ella, las dos se llevan bien aunque aveces ella puede ser muy terca como ahora.

Desea más té mi lady - le preguntó ella con una sonrisa.

Si, por favor Marísa - la vio acercar hacia la tetera de te y servirle en su taza todo con elegancia.

Bebió un sorbo de té mientras pensaba en su vida, mejor dicho en su nueva vida, ella es una reencarnada, había sido chef en su vida anterior pero tuvo un accidente donde falleció.

Ahora es Lucía James, de casi cuatro en unos meses, ya sabía caminar, le había costado pero por fin ya lo podía hacer, hablar no fue muy difícil, aunque el idioma no era ni español, ni inglés o alguno que conociera podía entender y hablarlo en cuanto a la escritura ella no podía, pero cuando cumpliera 5 su padre le dijo que contrataría a un tutor para enseñarle y años 15 iría a la academia de nobles para aprender más.

Al principio cuando reencarno, se sentía perdida, triste, pero al ver a sus nuevos padres muy preocupado por ella, por no comportarse como un bebé normal, no llorar solo estar tranquila y dormir, le hiso darse cuenta que ahora lo mejor era aceptar su situación.

Al pasar los día empezo a conocer y encariñarse más con sus padres y los sirvientes de la casa, personas cálidas, sin dobles intenciones, cuando cumplió un año y le celebraron su cumpleaños pidió un deseo.

Deseo que sus anteriores padres hubieran podido superar su muerte, que ellos pudieran tener de lo que restará de vida tranquilidad y paz, les deseo lo mejor, al soplar sus velas, lloro, lloro tan fuertes como le dieron sus pulmones.

Lo último que recordó antes de quedarse dormida por tanto llorar fue que su madre le decía que ella estaba ahí, que todo estaba bien y que no había nada de que temer por que ella y su padre la protejerian de cualquier daño.

Después de ese evento se comportó como un bebe, lloraba cuando tenía habré o quería algo y reía cuando estaba con sus padre o algún sirviente, teniendo curiosidad por su entorno.

En una de esas vio como su madre levitaba cosas y a su padre una vez lo vio quemando algunos papeles en su mano cuando estaba enojado, su madre le explicó que era magia y que en el futuro ella podría hacerlo, aunque le dijo que en el futuro ella aprendería, ella intento hacer magia sin resultados.

Hacique lo mejor que podía hacer era esperar, ser paciente, aunque ahora que su madre estaba embarazada no podía usar magia, por que le dijo que cuando una mujer estaba esperando un bebé este se alimenta de la magia de su madre.

Su madre ya tenía 7 meses de embarazo, todos estaban adivinado si sería niño o niña, su padre no dijo nada, su madre dijo que presentía que es una niña y ella estaba igual que su padre no opinaba mucho en el asunto.

En su vida anterior no había tenido hermanos ya que su madre tenía una enfermedad y según ella que yo naciera había sido un milagro, hacique aunque estaba emocionada por su nuevo hermano o hermana también estába un poco preocupada por su madre.

Siempre vijila que su madre coma bien y haga caminatas, pero siempre la veía con sueño y algo cansada y no entendía porque, aunque su madre le decía que era insomnio, sentía que no era eso.

Lucía perdida en sus pensamientos no se dio cuenta de la llegada de una mujer, cabello castaño claro, peinado elegantemente, piel clara pero con un color rosa atractivo, con un vestido suelto por su embarazo, sus ojos verde jade que miraban a Lucía con cariño, a paso lento se acercó a ella.

Se acercó con cuidado de no hacer ruido, le hizo una seña a la sirvienta Marísa para que no dijera nada de su llegada ya que quería sorprender a su hija, Al estar detrás de ella tapó sus ojos.

Adivina quién soy - aúnque fingió tener una voz grabe, su hija podía identificar la.

Ah,.. No se, no se quien eres, pero... tu voz se oye como mamí, eres mamí - el tono era infantil, inocencia.

Destapo los ojos de su hija, Lucía la miró al instante, su madre es muy hermosa, su cara en forma de corazón, sus cejas delgadas, pestañas largas y risadas, nariz respignada, labios rosados junto a sus ojos verde esmeralda hacían de ella una belleza sin presidentes.

Le dio un abrazo, enterrando su cara en su pecho, pudo sentir la calidez y oler la fragancia de su madre, la escucho reír alegremente, le devolvió el abrazo.

Extrañaste a mamá, por que mamí también lo hizo, solo algunas horas lejos de mi niña hace que mamá se sienta deprimida -

Si, mamí yo siempre te extraño - sus mejillas estaban un poco rojas, a diferencia de la madre la hija no era tan sociable y enérgica, más bien según ella su hija tenía el mismo carácter de su padre.

Ah, mi querida hija me hace tan feliz - frotó su mejilla con la de su pequeña, después de un tiempo de abrazos y besos en la mejilla que hicieron reír a la niña ya que le hacía cosquillas, se separó de ella.

Lucía vio a su madre sentarse a su lado, mientras su sirvienta Marísa le servía té, ambas hablaron como les había ido en su día, las que todo su madre se quejo de solo oír chismes en la fiesta de té.

Lo que resto del día jugó juegos de mesa para no esforzar a su madre físicamente, a la hora de la cena su madre le dijo que comieran ya que era seguro que su padre vendría tarde por que tenía una reunión mensual con los demás ducados.

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Aquí lo prometido es deuda.

Solo se vive dos veces, creo. PausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora