Capítulo 1

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°Felix°

Iba camino al trabajo tratando de no pensar en el nuevo paciente que me habían asignado el viernes pasado, lo vi únicamente de lejos y pude notar que el chico era bastante guapo como para creer que tiene algún problema mental, llegué a mi trabajo y entre mostrando una buena actitud.

-Buenos días, joven Felix - me saludo el secretario. 

Él es un pequeño de 19 años, muy lindo y bastante amable. Nos condideramos amigos.

-Deja las formalidades, Han - reí - Somos amigos, llámame por mi apodo.

Él me sonrió asintiendo con la cabeza y yo continúe hacia mi destino. En el proceso me encontré con el director del hospital.

-Buenos días, Felix ¿Qué tal el día? - me pregunto sonriendo.

-Buenos días director Christopher - le respondí con una sonrisa - Muy bien ¿y el suyo?

-Igualmente - contestó - Quería preguntarte algo.

-Si por supuesto.

-¿Con qué paciente estás trabajando ahora?

-Con Kim Woojin ¿Por qué la pregunta? - Pregunté con curiosidad.

-Bueno, como sabrás hay un paciente nuevo, su nombre Seo Changbin. Quiero que trabajes con él, tú eres de mente muy abierta y creo que eso le vendría muy bien al joven.

-¿Por qué, qué problema presenta?

-No es muy grave, lo trajeron a tiempo, el problema que él presenta es fobia.

¿Sólo fobia? Dios, eso es facil de tratar - pensé.

-¿Fobia hacia qué? - volví a preguntar con curiosidad.

-Al fuego, sólo eso sabemos, no quiere decir nada más, entonces, ¿aceptarías trabajar con él?

Obaviamente no me iba a negar, el chico es tremendamente guapo.

-Por su puesto que si, con gusto - dije sonriendo.

-Perfecto, ven conmigo, te mostraré su habitación.

Ambos partimos hasta la habitación de mi nuevo paciente, era el número 57, se ubicaba en el tercer piso. Nos adentramos a esta y nos encontramos con el chico sentado en su cama mirando por la ventana.

-Te dejaré con él para que socialice. Me voy a retirar para darles tiempo a solas - me informó el director susurrandome al oído.

Salió de la habitación y cerró despacio la puerta, carraspeé llamando la atención del chico.

-Hola - sonreí - Soy él psicólogo Lee Felix y yo cuidaré de ti, te ayudaré a superar tu problema con el fuego - me acerque con seguridad tome una silla y senté frente a él - Puedes contarme tus temores y miedos, yo te ayudaré a superarlos, puedes confiar en mí, sere tu caja de secretos, pue... - me interrumpió.

-No estoy loco - me informo con un tono de molestia.

-Lo sé, sé que no lo estás - respondí para después regalarle una sonrisa.

-¿Entonces porque estoy aquí? Que tenga fobia al fuego no significa que esté loco, además, tampoco era para traerme a este lugar ¡Quiero irme de aquí! - elevó su voz algo impaciente.

-Tranquilo, escucha, la fobia crece y si no es atendida puede empeorar. Tú estás a tiempo de superarla, déjame ayudarte, te prometo que estarás bien - escuche un bufido por parte de él.

-¿Promesas, claro, ¿más? - me miró con seriedad.

-¿Qué pasa con ellas? Soy un chico de palabra y prometo que te ayudaré.

-Yo era un chico apasionado por las cosas que me gustaban hacer, y mírame ahora, estoy en un maldito manicomio. Yo no creo en las promesas.

Iba a decir algo más pero él se levantó de la cama y camino hacía la repisa que contenía libros, dejándome con la palabra en la boca, Me levante de la silla y me dirigí hacia él, me pare a su izquierda y hablé.

-Necesiro hablar contigo ¿si? Yo te comprenderé, pero necesito conocerte, ni si... - volvió a interrumpirme.

-No quiero que me conozcas, huiras de mí, como mis padres - mire su expresión y la verdad es que no pude descifrarla. Él es un chico frío y cortante.

-Pero si me explicaras lo que te ocurrió yo podría... - Fui interrumpido por tercera vez, este chico es experto en interrumpir, metí mis manos en los bolsillo de mi bata frustrado.

-No, no te hablaré de mí - me miró - No necesiro tu ayuda, no estoy loco y tampoco... - Hizo una pausa dudando acerca de lo que iba a decir - Olvidalo.

-Y tampoco qué - toque su hombro y el se tensó a mí tacto.

-Nada olvidalo - retiro mi mano con cuidado y se dirigió hacia el escritorio que estaba acomodado en una esquina de la habitación, se sentó a escribir algo.

No sé la razón pero, sentí una sensación extraña cuando tocó mi mano.

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spero que les guste esta pequeña historia, es el inició, pero apoyenla, gracias, disfruten la historia bebus💕💖💕💖

¿De quién se trata? - ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora