CAPITULO UNICO

4.8K 364 421
                                    

Este fic participa en la actividad organizada por Hualian Paradise, festejando el cumpleaños del rey demonio

Dedicado con todo mi cariño dara-23







El cuerpo de Hua Cheng ya no necesita dormir... pero amaba permanecer en aquella cama durante la noche y apreciar la silueta delicada de su ser más atesorado mientras descansaba.

Hua Cheng no necesitaba comer... pero amaba como nada en el mundo probar toda aquella comida que Dianxia le preparaba (aunque esta a veces despidiera humillo verde o morado de tan peligroso que era)

Hua Cheng no necesitaba absolutamente nada en el mundo, sin embargo siente que con solo tener a su ser más amado lado suyo, ya lo tenía todo.

El rey demonio se sintió de pronto bastante nostálgico. Miró a E-Ming, parado sobre la punta de su hoja, cual niño pequeño, justo en la orilla de la ventana, dando saltitos de vez en cuando, mirando hacia afuera, impaciente por el regreso de Dianxia, quien había ido a la corte celestial por unos papeles de suma importancia. Realmente no era necesario que el mismo fuera, pero la obstinación de ese dios marcial era tan grande como el tamaño de una montaña.

-¡ya cálmate! ¡Si no dejas de brincar voy a encerrarte en el armario!-

E-Ming giró a verle, su precioso ojo rojo totalmente entrecerrado en un gesto berrinchudo y molesto. Hua Cheng le mira retadoramente, aunque acaba de regañarlo por ser tan impaciente, el mismo quiere estar pegado en la ventana y mirar con el mismo desespero el regreso de ese dios que le había robado el corazón.

La cimitarra se dejó caer al suelo y rodó de manera incontrolable, cortando a su paso muebles, las alfombras y cortinas de paraíso mainor.

Hua Cheng queria hacer una rabieta así. Pero había un prestigio que proteger. Si Xie Lian llegara y viera a los dos llorar cual niños, seguramente la culpa se plasmaría en sus ojos y eso era lo que menos queria.

Hace muchos años, tantos que ya había perdido la cuenta, Hua Cheng ya había visto culpa plasmada en aquella mirada, de tan solo recordarla, el rey demonio tenía la certeza de que aquel gesto en su persona más querida dolía más que cualquier herida mortal.

-San Lang ¡estoy en casa!- la voz de Xie Lian resuena desde el pasillo y aunque el demonio no tiene corazón que lata en su pecho, tiene una sensación de un fuerte tambor resonando a todo volumen en su interior. El dios marcial abre la puerta y antes de que Hua Cheng pueda darle la bienvenida, E-Ming se desliza presuroso hasta sus brazos y lloriquea de manera incontrolable.

-ya ya... buen niño... ¿esperaste mucho? – E-Ming prácticamente ronronea de felicidad y su filo crece con demasiada emoción, es estúpido que el rey demonio sienta celos de su propia arma, pero de echo... los tiene, así que cogiendo a la estúpida cimitarra por su empuñadura, la retira con cuidado del cuerpo de su amado Dios y despues la lanza con fuerza directamente hacia una de las paredes, cual dardo, dejando más de media hoja firmemente clavada. E-Ming lloriquea y se balancea totalmente agitado en un vano intento de zafarse. Xie Lian le mira con disculpa en la mirada sonriendo nerviosamente, la promesa de mas tarde poder bañarse juntos bien plasmada en sus ojos hace que la cimitarra se calme solo un poquito.

-Ge ge... bienvenido ¿Qué tal el viaje? ¿Quieres comer algo? ¿Prefieres un baño? ¿Dormir? – "¿o quizás a mí?" piensa Hua Cheng coqueto deseando como nada en la vida, que Dianxia por primera vez no sea tan tímido y tome la iniciativa de algo. Aunque es bastante tímido, Xie Lian siempre accede a sus caprichos, solo ha pasado un año desde que viven juntos, espera que con el paso del tiempo, la pasión mejore.

UN SUEÑO CON EL REY DEMONIO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora