La segunda vez que me hablaste teníamos 16 años éramos los de nuevo ingreso, estábamos en la parada para tomar el autobús y me preguntaste que si te podía prestar dinero, te contesté que no tenía, más que para mi pasaje, solo me sonreíste encendiste tu cigarrillo, me diste las gracias y te fuiste con un paso lento pero elegante como si una pantera caminara. Sentí vértigo en los pies y en las manos sentí alegre, pero también me sentí confundido al verte fumar eso eras tan pequeña. El olor me mareo, para cuando llegue a mi casa tenia fiebre.Gato-negro.
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Skyfall
Short StoryTe conocí. Te escribí. Pero no me atreví a hablarte, ahora ya no hay vuelta atrás. Lo siento.