Cuento | Larry Stylinson.

Capítulo 3

El hermoso príncipe de hipnotizadores ojos verdes escuchó una voz, y se enamoró.
...

- Estas loco.

- ¡Pero si le funcionó a Cenicienta! ¿Por que no me puede funcionar a mi?.

- Lo de Cenicienta es diferente, la chica tenia el otro zapato de cristal. Lo que tu pides es imposible.

- No lo es, puedo reconocer esa voz, es diferente a todo lo que oí.

- Ya. Pero quieres que YO vaya a todas las casas del reino y busque a "La voz más hermosa" ¿Para que te cases con ella?.

- Él - Corrige.

Mitch alza una ceja - ¿Que dijiste?.

- La voz era la de un chico.

- Oh, no sabía que eras gay.

- No lo soy.

El sirviente parpadea - Específica.

- No me gusta especificarlo, no me parece importante - Harry se encoge de hombros - Ahora lo importante es que debemos de encontrarlo.

- Imposible, Harry. Tenemos muchos habitantes, más que Cenicienta, nos tomaría años - Mitch hace una mueca - Y te recuerdo que tienes pocos días.

Harry chasque la lengua desilusionado, dándole la razón.

- ¿Y el libro mágico que tienes?.

- Lo leí, solo son palabras al azar e imágenes de personas - La frustración se veía en sus gestos ¿Ahora que hago, Mitchell? Si no lo encuentro me exiliaran del reino o peor, me obligaran a casarme con alguien que no amo.

Estas cosas confundían a Mitch, literalmente Harry no conoce nada sobre la vida del portador de esa voz pero dice estar enamorado. En el reino de Argentina no pasaba eso - Pásame ese libro.

El muchacho se lo da y efectivamente, no se entendía nada. Las letras desordenadas o en otro idioma y habían consonantes que nunca vio.

- Podemos hacer un aviso - Sugiere el sirviente, buscando soluciones - El que logre descifrar esto recibirá una recompensa.

- ¿Y como sabremos su ganó? - Pregunta vacilante - ¿Si escribe cualquier cosa y nos hace creer que es eso?.

- Debe de haber un patrón entre las letras y coherencia en el texto, también una relación con las imágenes.

- Otra vez ¿Como sabemos si no lo inventó?.

- Tu corazón te lo dirá.

Harry sonríe dándose cuenta de ese detalle. Su corazón era la respuesta, es evidente - ¡Tienes razón, Mitch! Pon asunciones por todos los rincones del reino, ahora. No tenemos tiempo que perder.

Mitch se golpea la frente, el sarcasmo no es el fuerte de Harry. Sobre todo cuando estaba relacionado con sus creencias.

Faltaba una semana para el cumpleaños del rizado y pasó cinco días desde que el anuncio se puso, Harry temblaba de miedo cuando su mente traicionera le recordaba eso.

- Otra vez lo estas haciendo - Mitch regaña al notar como las largas piernas de Harry (Parecidas a la de un ciervo) temblaban.

- Lo siento - Pone la espalda recta y alzando su espada, concentrado en destrozar al maniquí.

Como hobby practicaba esgrima.

- Tu padre esta organizando un viaje de exploración, las referencias de la antigua expedición indicaron un nuevo lugar en los mares del oeste.

- Lo se, no pudieron seguir por la falta de equipos. Yo estuve ahí.

Mitch vacila - Pero ahora están listos...

Harry baja su espada, mirando a su amigo - Solo suéltalo.

- Nadie vino, Harry y sinceramente creo que nadie vendrá. Lo mejor sería que aceptaras formar parte de esa expedición y tomarte ese tiempo para pensar en lo que harás al volver, tal vez casarte con la persona que tu padre escogerá no sea malo o si la misión sale bien y encuentran otras tierras el rey podría olvidarse de este asunto, o darte unos meses más.

- ¿De verdad crees que nadie vendrá? - Mitch asiente. Harry bota su espada, y se quita el casco, tomando la liga de su muñeca para sostener su cabello en un moño flojo - Bien, hablaré con mi padre y si no quiere hablaré con mi madre.

...

Era la primera vez en meses que Harry almorzaba con su familia, su madre, la reina Andromeda, estaba sentada en la cabeza de la mesa con el rey Patrick a su derecha, el príncipe al otro lado de la larga mesa, incómodo por la dura mirada que su padre le daba.

- Después de meses apareciste. Ya iba a mandar a colgar carteles de Se busca con tu cara.

Andrómeda rueda los ojos - Patrick, basta.

- Sabes cuál fue mi motivo, padre.

- ¿Y estas aquí para anunciar que ya conseguiste a una mujer para casarte?.

Andrómeda vuelve a rodar los ojos, dejando los cubiertos de lado para darle una severa mirada a su esposo. Lo amaba pero llegaba a ser un idiota - Última advertencia, Patrick.

El rey resopla, asintiendo.

Harry aclara su voz - Vine aquí para pedirte que me dieras el honor de formar parte del equipo de exploración, como sabes fui miembro del primer viaje y me siento capacitado para vencer cualquier dificultad que los Dioses presenten en mi camino.

- ¿Y decides eso cuando estas a pocos días de tu cumpleaños? - Andrómeda iba a replicar a favor de su hijo pero el rey continúa - Esta bien, puedes ir, pero cuando vengas te casarás con la muchacha que te elija.

Sabía que no le debió hacer caso a Mitch.

- Es un trato, padre.

Maldito Mitchell.

El dulce príncipe piensa.