VEINTITRÉS

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"¡Hola! Soy Manuel Vainstein, este es el contestador, deje su mensaje después de oír la señal, ¡saludos!"

El lunes ya se acercaba y Mateo se estaba ya casi deprimiendo en su cama, resopló, frustrado, pasándose las manos por todo el rostro.

La puerta sonó.

—¿estás ahí, cariño?—había preguntado la señora Palacios, golpeando la puerta.—¿por qué no bajas a comer?—Sugirió.

Miró por última vez las cartas que ya estaban ordenadas en la cama de nuevo, dejó el teléfono en la mesa de luz, y fue a abrir la puerta, ahí, la cara de preocupación de su madre, claro, no había salido de su pieza durante días.

Miró incómodo a su alrededor, después a su mamá.

—ven, Justo estábamos por sentarnos a comer.—ella lo tomó de la mano, dirigiéndolo a la sala principal, ahí se encontraba su padre ya comiendo como desesperado, nada nuevo.

—¿que tanto hacías en la pieza?—le pregunto Pedro cuando ya se había sentado en la mesa.—no sales hace días—

—cosas...—bajo la mirada al plato, Spaghetti, su comida favorita, aún que no estaba de ánimos, no tenía apetito, revoleo de mala gana la comida, sin ánimos levantó el tenedor, llevando la comida a su boca.

—¿qué tipo de cosas?—prosiguió Pedro, ya poniendo su atención en su hijo.

Mateo se encogió de hombros, ya un poco molesto de las preguntas que le hacía.
—yo que se, dormir.—volvió a decir, su padre lo miraba como si no creyera ninguna palabra que había dicho, y era verdad.

—¿seguro?—siguió el, la señora Palacios, que ya se estaba cansando de escuchar a su marido, palmeó su hombro, indicándole que se callara.—bien, mejor comamos—

|||

Había vuelto a la habitación, de nuevo.

Y la voz de Manuel lo acompañaba.

"¡Hola! Soy Manuel Vainstein, este es el contestador, deje su mensaje después de oír la señal, ¡saludos!"

Revisó su WhatsApp para ver si alguien al menos le había hablado, nada.Era extraño, Daniel siempre solía mandarle mensajes durante la tarde.

Escuchó como el viento soplaba más que nunca, golpeando la ventana de la habitación.

La noche iba a ser larga, de nuevo, esperando el mensaje deseado de Vainstein...

¿Tan obsesionado estaba por recibir la respuesta de Manuel?lamentablemente si.

"¡Hola! Soy Manuel Vainstein, este es el contestador, deje su mensaje después de oír la señal, ¡saludos!"

Rock había puesto su madre ahora en la sala principal, esa mujer no se cansaba de poner música a todo volumen todos los días del año.

La lluvia cayendo por la chapa le daba tranquilidad y le sacaba un poco el estrés de la situación, la voz de Manuel sonaba por la pieza junto con el rock de fondo retumbando por toda la casa, dos días para que sea lunes.

Y él no se cansaba de buscar la respuesta de su Manuel.
Hasta ya se sabía lo que decía Manuel en ese pequeño audio.

¿Estará vivo?se preguntó en forma de burla Mateo, río, divertido de su comentario, capaz esta demasiado ocupado para atender un mensaje de una persona que ni recordaría.

|||

Al día siguiente fue casi igual.

Mateo pegado a la cama buscando una respuesta de un Manuel que ya no estaba.

Obligatoriamente al mediodía fue arrastrado por su madre a el comedor para comer ya que no salía de ahí desde la mañana, obviamente, estuvo con el teléfono toda la comida, no le saco un ojo de encima al aparato.

Y así de rápido, había llegado la noche.

Su padre y su madre lavaban los platos mientras que Mateo ya se había encerrado en la pieza después de la cena, lo que tanto había esperado había llegado.

Pero no como el se lo había imaginado.

Llamo por no se cuanta vez al numero del chico, y su estómago se revoleo de una forma fatal.

La voz risueña e apagada de una anciana le hablaba, el le preguntó si le podía pasar con Manuel, que si estaba con ella, ella le dijo:

"¿Manuel?No había oído ese nombre desde hace tiempo, usted era amigo de Manuel ¿o no?Ya lo tendría que saber."

¿Saber que?se preguntó Mateo.

Arqueo una ceja, apegando el teléfono bien a su oído.

"¿Que tendría que saber
yo exactamente señora?"
Un silencio entre las dos líneas se había formado.

"Que Manuel Vainstein falleció hace tres años, ¿no lo sabía?He estado recibiendo miles de llamadas, supongo que eran de vos"

El corazón a Mateo se le rompió cuando la anciana había terminado de hablar, abrió sus ojos como unos platos, ¿y por qué el contestador seguía teniendo la voz de Manuel?Respiro, no iba a llorar Justo ahí, no iba a romperse en ese momento.

Lentamente se disculpó de la anciana que al parecer era la abuela de Manuel, cortando la llamada, frunció los labios, su mente aún procesaban las palabras de la mujer.

Manuel había fallecido hace tres años.

Tres años.

Y en todos esos días había esperado una llamada de alguien muerto, alguien que ya ni existía.



puta que asco est0, tenía planeado otro final cursi pero no me gustan tanto los finales así xd
soy tan boluda que llore cuando escribía esto imaginándome a Manuel muerto marika 😔👊

𝐂𝐀𝐑𝐓𝐈𝐓𝐀𝐒-T + RDonde viven las historias. Descúbrelo ahora