Pansy Parkinson:
《El camino estaba oscuro, pero había una luz que me llamaba. Voces casi inaudibles se escuchaban. Voces pidiendo ayuda a todo pulmón, gritos y llantos dispuestos a seguir y seguir hasta ser escuchados y encontrados. El lugar era estrecho pero muy llamativo, podría decirse que yo estaba esperando algo o a alguien para que me ayude o hunda peor que un barco. Dispuesta o no, sentía que algo dentro, alguien me llamaba pidiendo ayuda...
- No puedo... -susurré- ¿Cómo quieres que te ayude si no soy nada en esta vida?...
- Ayuda... -me decía- Ayúdame...
La voz se me hacía conocida, pero no encontraba a la persona que podría llegar a tener esa voz. «Alguien me necesita y yo aquí haciéndola esperar», corrí buscando su voz, tratando de identificar y ayudar. «Nada», eso fué lo que encontré. La voz se escuchó justo atrás mío.
- Ayúdame...
La voz era gruesa y muy masculina. «¿Dónde la eh escuchado», ni yo misma lo sé. De di la vuelta dispuesta a ver al hombre que pedía mi ayuda...》
El sudor se extendía por mi cuerpo, mi frente sudaba y me sentía mojada al sentirlo extendiéndose por las sábanas. Al final no pude ver al hombre que me rogaba por mi ayuda. Me desesperé al no recordar el tono de su voz que se me hacía muy conocida. Me levanté de la cama un poco enojada por tantas cosas... «No me dejan salir de esta pocilga...» «No se de quien es la estúpida voz...»... si no fuera porque tengo hambre mataría al primero que se cruzara por mi camino. Me levanto y entro al baño dispuesta a sacarme este sudor de encima.
El agua recorre cada parte de mi cuerpo, sacando cada suspiro de parte mío. El calor se emprende en cada toque de cada gota, me relajo ante la humedad de mi cuerpo y los estremecimientos al salir del cálido sabor del agua, que estaba caliente en es momento. El calor se expandía por el mugroso baño, pero le daba un toque un poco tétrico. Me sentí fresca y limpia por un momento, pero no tengo derecho a sentirlo al ser hija de mortífagos. No me avergüenza serlo, soy consiente que aunque sea muy señalada, tendré el amor de mis amigos y mis padres.
La toalla recorría mi cuerpo con lentitud y gracia, mi piel necesitaba ese lujo para seguir siendo suave y delicado. No era fanática de cosas pequeñas, me gustaba la grandeza y aún lo adoro, mi madre me enseñó a ser una gran mujer con responsabilidad de Señora de la casa, pero sé de ante mano que ese no será mi trabajo. Draco siempre era bueno en pociones, y yo siempre lo acompañaba de un lado a otro y ahí fue en dónde supe que me apasiona elaborar diferentes pociones. Admito que tenía un poco de miedo al contarle a mi madre que quería ser medimaga, pero lo hice sacando un poco de valentía guardada. Por obvias razones ella se desilusionó y no pude tolerar ver sus ojos así, y decidí que debería alejarme de la materia que impartía el profesor favorito de todos los alumnos de Slytherin.
La lencería de lujo color negro encajaba a la perfección en mi cuerpo. No cambio mi cuerpo como esperaba después de la guerra. Tenía tres maletas en las que dentro tenía un montón de vestidos, sacos, pantalones y lencería. Cuando me sacaron de la mansión Parkinson me miraban raro por salir con tantas maletas si sólo sería una semana, pero lo que ellos no sabían es que yo me vestía a cada hora y muy elegante. No sería bien visto verme a mi con la misma ropa más de dos veces, odiaba usar el mismo vestido o ropa.
Un vestido negro recorría por mi cuerpo hasta encajar por completo, un simple vestido hasta las rodillas, escote reservado y muy bello, de la cintura hasta las rodillas era suelto y muy cómodo. No tenía dibujos o alguna decoración, liso como a mi me gusta. Mi cabello estaba suelto con pequeñas ondulaciones naturales, largo como siempre y negro azabache.
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Esta Es La Realidad... (Hansy)
Random▪Los personajes pertenecen a la escritora J.K Rowling. ▪La historia es mía. ▪Sucede después de un día de la guerra mágica ♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡ Thank you, I love Tom Felton and Daniel Radcliffe ☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆ P.P: Sin querer, me iba enam...