Quidditch *terminada*

2

Llevaba una semana y Harry juraba que le habían salido canas y tres arrugas más.

Draco lo estresaba, lo estresaba verlo, lo estresaba su sonrisa, sus piernas largas, su maldita nueva actitud aún un poco pedante pero más amable y gracioso que nunca más encantador. ¿Por qué tenía que ser encantador?

Era más fácil cuando Draco era un maldito bastardo, así podía pensar que Malfoy más allá de su buen aspecto era un idiota y así su enamoramiento se podía ir más rápido, pero con Draco nada era fácil, nada era rápido. 

Draco seguía ahí con sus risitas, pegándose a él, tocándole de manera casual como si fueran amigos y Harry quería suspirar con cada toque.

—Harry- Draco le hablo, se paró a su lado arreglándose el cabello luego de la ducha, se secaba con cuidado los mechones de cabello

—Con el cabello sus te pareces a tu padre- Harry soltó, Draco le miró parecía molesto con el celo frunció y trago saliva

—Esa no es mi intención- dijo

—Lo lamento- Harry dijo ya arrepentido al ver la reacción del muchacho — no quería molestarte, solo se parecen mucho ¿Sabes? No había visto un hombre con el cabello como el de tu padre, nunca en el mundo Muggle cuando lo vi por primera vez me impresionó

—Después te asusto - dijo Draco

— Si te soy sincero tu padre nunca me causo temor, quizá porque la única vez que me enfrente a él realmente, Sirius prácticamente le rompió la nariz, solo me causaba molestia

—¿Así como yo?- preguntó Draco, recargandose contra el espejo, Harry lo miro unos largos segundos, la piel pálida la marca tenebrosa ya no están ahí, solo una cicatriz 

—No me molestas- le dijo— solo no estoy acostumbrado a esta parte de ti, no eres el niño que conocí, es raro. Pero me acostumbraré lo prometo- le dijo, Draco sonrió

—Te lo agradezco, Potter - parecía sarcástico— ya no soy el niño arrogante - continuo ya honestamente— nunca me sirvió de nada, al contrario todo eso terminó con lo vida, con lo que conocía, con todo y me dejó sin nada.

—Supiste como empezar de nuevo y lo estás haciendo genial. Andrómeda de dijo que de vez en cuando visitas a Teddy, eso es maravilloso

— Quizá algún día podemos llevarlo al zoológico Muggle, le gusta mucho- le propuso Draco, Harry se sorprendió— pero seguramente tienes cosas más importantes que hacer

—Para nada, en serio me encantaría ir con ustedes. Comenzar de nuevo, contigo- le dijo, Draco volvió a sonreír, fue tan bonito que Harry recordó al niño pequeño y delgado en la tienda de túnicas que alguna vez y por un breve momento le pareció agradable

—Gracias , Potter - le dijo y lo abrazo.