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~Somos solo niños jugando a un juego que nos destruirá toda la vida, pero seguimos siendo niños~
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Anne-Marie, la francesita del Nacional, junto a la rara, Sophia y el nuevo, Javier, buscan al hacker para vengar...
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Se encontraba sentada en la entrada del hospital pensando en lo largo y horrible que había sido ese día
Seguía viendo sus manos, ya las había limpiado pero ella aún sentía aquel líquido carmesí en ellas
No quería hablar con nadie, solo con una persona pero él no se encontraba allí o eso pensaba hasta que sintió como colocaban un abrigo en sus hombros
-Esta haciendo frío, deberías entrar- escucho la voz de Raúl hablarle a sus espaldas
-¿Cuando llegaste?- pregunto la chica escondiéndose en el abrigo, no había sentido frío pero ahora que lo dijo se dio cuenta que se estaba congelando
-Acabó de llegar. Elizabeth me llamo diciendo que no le contestabas los mensajes ni a ella de a Eduardo y que seguías en el hospital- hablo Raul sentándose junto a ella- Pensaron que a mi si me hablarías
»Anne, ¿Como te encuentras? No te ves bien... ósea no estoy diciendo que no estas linda porque si lo estas mucho pero...- fue interrumpido por la corta risa de la chica
-Estaré bien- hablo la chica mirándolo con una sonrisa casi invisible
-¿Puedo recordarte algo?- pregunto Raul rodeando sus hombros con su brazo
-Claro
-Mañana cumples años- hablo el chico sonriente- se que no te gusta celebrarlo pero no se cumplen 17 todos los días
-Sabes que no me gusta mi cumpleaños Raulito- hablo Anne recostando su cabeza en el hombro del chico
-Lo se- bufo el chico
-¿Me llevas a casa?- pregunto la chica haciendo que el chico se sorprendiera- El chofer me dejó aquí ademas ya es tarde no quiero molestarlo, y como tú ya estás aquí y ya te estoy molestando no es tanta molestia
Si bien no quería irse, tenía sueño y quería descansar esperando no encontrarse con pesadillas
-No sería molestia- hablo el chico tomándola de la mano para poder llevarla a la camioneta
En el camino a casa Anne se había dormido con su cabeza recostada en las piernas de Raúl, el chico simplemente sonreía mientras acariciaba su cabello con suma delicadeza
-Vamos Horatio tú puedes encontrar a ese criminal- había murmurado la chica cuando estaban por llegar a casa y ahí fue cuando Raul se dio cuenta que estaba teniendo un gran sueño
Al llegar a casa le tocó el hombro para poder despertarla pero la chica solo murmuraba palabras sin sentido
-Aún es temprano Julia- murmuró la chica moviéndose hasta quedar boca arriba
