Hola, mi nombre es Haley Thompson. Mi vida ha sido un poco desordenada estos días. Mis padres Edward y Lea tienen una nueva propuesta de trabajo en Londtown así que la mudanza es inminente. Hoy estoy alistando mis cosas para irnos mañana temprano. No puedo mentir, despedirme ayer de mis amigos fue muy difícil para mí, pero creo que todo pasa por algo. Al terminar escuché que tocaban la puerta de mi cuarto e inmediatamente fui a abrir.
- Hija, ¿Ya terminaste de alistar las cosas? - Me dijo mi mamá -
- Sí mamá.
- Baja a cenar, tu papá quiere hablar contigo.
- Vale, ya bajo solo meteré la ropa que traigo puesta y me pondré mi pijama. - Le dije mientras decía en mi mente: ¿Qué querrá mi papá ahora? -
- Me cambié rápidamente y bajé al comedor. Al llegar inmediatamente me senté y ordené mis cubiertos. -
- ¿Cómo estas hija? - Me dijo papá tratando de animarme -
- Bien papá. - Le dije sonriendo. -
- Antes que empecemos a cenar, tu mamá y yo queríamos hablar sobre lo que pasará en estas semanas. Sabemos que esto está siendo difícil para ti, sabemos que pasábamos muy ocupados en nuestro empleo anterior. Necesitamos tu apoyo, créeme que estuvimos pensando en esta propuesta desde el momento en que nos la hicieron y sabemos que serán mas horas de trabajo ahora, pero creo que desde luego será un mejor estilo de vida para ti. ¿Si princesa? - Me dijo papá -
- Si hija además así podremos pagar tu carrera de "Doctora del cerebro". - Dijo mi madre sin tener idea de lo que dice -
- Neuróloga mamá... Y sí papá, después de todo creo me ocuparé en otras cosas...
- Bueno, ya que arreglamos ese tema creo que deberíamos hacer una pequeña oración antes de empezar a comer.
- Me parece perfecto, cerremos nuestros ojos por favor. - Mamá le contestó -
Mientras tenía mis ojos cerrados solo pensaba en lo difícil que serían estas semanas para mí. Lo único que me alegra en estos momentos es que ya iré a la universidad, no soy la mejor en la escuela, pero siento que siempre doy lo mejor de mí. Conforme a lo de mis padres me alegro por ellos, por esta oportunidad que se les presentó, pero siento que me sentiré mas sola de lo normal. Cuando terminamos de cenar me despedí de mis padres y subí a mi habitación, cerré la puerta, me tiré a la cama y abracé a mí oso preferido. Este oso me lo regalaron mis padres cuando tenía tan solo 5 años, desde entonces ha sido mi acompañante cuando me siento realmente sola, siempre que lo abrazo puedo dormir bien a pesar de todo.
- Al menos tu siempre estas conmigo osito, tu nunca me dejaras sola. - Con mi osito en los brazos dormí a pesar de todo lo que significaba cambiar de vida. -
Al otro día me levanté muy temprano para terminar de meter algunas cosas pequeñas que no metí anteriormente. El camión de la mudanza vendría a las 8:00 am. Bajé las escaleras, mis padres estaban un poco apurados con el tema.
- Cariño, te hice un sándwich. No podremos comer hasta que lleguemos a la ciudad y nos instalemos en la casa.
- Tranquila Mamá, no tengo tanta hambre sinceramente quisiera que esto pasara rápido. - Tomé mi sándwich, me fui al comedor y empecé a comer. Mi mamá se sentó al lado mío. -
- Tu papá esta terminando de arreglar algunas cajas y... ¡Falta poco para las 8! - Decía mi mamá mientras veía su reloj y se levanta de su asiento. -
-No dije nada y terminé de comer mi sándwich. Al poco tiempo de terminar de desayunar llegó el camión de la mudanza. Subieron las cosas, mis padres y yo subimos al auto. Mientras papá arrancaba sentía el giro de ciento ochenta grados que daría mi vida al dejar este lugar. -
