Mi nombre es Charlie West, tengo 17 años. Mi mamá Irene es dueña de la heladería mas famosa de la ciudad. Mi papá falleció hace un año, él era físico de aceleradores, experto en aceleradores de partículas y un gran científico en el nuevo NPA (National Particle Accelerator) estaba a 45 minutos de Londtown. Siempre me llevaba con él cuando tenía que hacer guías de la central a algunos estudiantes. Ese mismo día estaba con él, estaba hablando sobre los super conductores, cuando... algo que jamás nadie imaginó pasó. Uno de los sistemas de refrigeración tuvo un fallo y dejó expuesto el Helio en todo el lugar. Creí que el helio era inerte, pero estar en un túnel lleno del mismo significa que no tendrás absolutamente nada de oxígeno. Muchos estudiantes empezaron a presentar síntomas de asfixia, ya sabía cuál era el protocolo, inmediatamente me agaché, me puse mi máscara y las gafas igual que los otros estudiantes. Salí de ahí y esperé a cada uno de los estudiantes, cuando salió el último, se quitó todo rápidamente y dijo que mi papá le había dado su máscara, ya que la suya no servía y que él estaba adentro aún, inmediatamente se metieron personas experimentadas a sacar a mi papá, pero no fue suficiente, mi papá cuando salió de ahí ya había muerto de asfixia. Desde entonces los problemas, el dolor y la rabia me llevó a padecer trastorno de ansiedad, insomnio y ataques de pánico.
- Hijo, ¿Estas bien? No has tocado el plato de comida. - Decía mi mamá preocupada. -
- Si mamá, lo siento.
- Recuerda que dentro de dos horas tienes que tomarte las antidepresivas.
- Mamá no le digas así por favor, le dije que dijera que son "Las pastillas verdes". - Empecé a comer. -
- ¿Te gustan los espaguetis? ¿Has podido dormir estas noches?
- Si mamá están muy ricos y no, no he podido dormir.
- ¿Has tomado tus pastillas para dormir?
- Sí, pero creo que no funcionan...
Al terminar de comer me fui a mi habitación, me senté en mi cama, solo recordaba todos los momentos con mi papá, no entiendo como se pudo ir tan pronto, como explico esto a través de una puta teoría o de una hipótesis. Él siempre fue un ejemplo a seguir, todo lo que yo sé es por él, no entiendo como una persona que tanto quieres se puede ir así. Aún no lo supero. Me tomé las antidepresivas, pasaron las horas, la misma monotonía, comer, llorar. Es lo mismo, la mayoría del tiempo permanecía en mi habitación, siempre me encontraban ahí. Mi mamá entró a la habitación y me miro con su cara típica de preocupación.
- Hijo, cariño ¿Estas bien? Es por tu papá ¿Cierto? - Decía mi mamá mientras se sentaba al lado mío. -
- Lo extraño mamá, lo extraño mucho.
- Hijo yo también lo extraño, todo ha sido problemas desde que no está él. Siempre me dijo que tu serías un gran científico, que eras el más inteligente, decía que siempre hacía preguntas y las contestabas mejor que muchas personas, que muchos científicos que conocía, el veía un gran futuro en ti. Aún recuerdo cuando me enamoré de él.
- Me lo contaron. ¿El era tu maestro cierto?
- Era el maestro mas inteligente. Aunque un maestro muy picarón también - Decía riendo. -
- Él llegó demasiado lejos, lo admiro.
- Sí... Hijo, Tenemos que seguir adelante, tu papá hubiera querido eso.- Si eso creo mamá. - Decía sin saber como podía salir adelante. -
- ¿Tienes todo listo para mañana? Acuérdate que quieres sacar tu beca.
- Si mamá. -Le sonreí. -
- Te quiero hijo. -Me abrazó fuertemente. -
- Yo también te quiero mamá.
- Por favor no te duermas tan tarde, eso es muy malo.
-Tranquila mamá trataré de dormir temprano.
- Bueno, creo que ya me iré a dormir. Buenas noches hijo. - Me dijo mi mamá mientras salía de la habitación. -
- Buenas noches mamá.
Me acosté y traté de dormir. No podía, no podía estar tranquilo un solo minuto. Me levanté para hacerme un té, el doctor siempre me dijo que si estaba intranquilo tomara las gotas y echara diez en un vaso con agua, siempre lo hago en mi té. Inmediatamente lo tomé, eché las gotas y empecé a tomarlo. Al terminar me fui a acostar un poco mareado y una hora después me dormí.
