CAPITULO 2

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Toda la tarde había sido inundada en deberes, al parecer mis profesoras de física, literatura y filosofía creían que tenía la tarde del martes libre para jugar póker o cualquier cosa, pues añadían algo más a mi lista deberes probablemente cada cinco segundos, quise poner una huelga o alguna demanda para que me dejasen dormir, pero como buena chica termine durmiéndome pasada la media noche para acabar todo.

Mis ojeras al despertar fueron la grata recompensa que recibí, las tape lo mejor que pude y subí al coche de papá quien me hacia el favor de literalmente votarme en la entrada de la escuela, le di un beso en la mejilla y me dirigí a mi primera clase, Biología, que aunque no era mi idea de un grandioso comienzo era lo mejor que había.

El profesor Simón, feliz porque era la primera vez que llegaba temprano, nos dio la clase con tanta alegría que pareció que había durado un segundo cuando nos dejó salir en el momento exacto para nuestra siguiente clase

Camine alado de Jess, Jackson y Eddie

-¿Creen que se convierta en habito eso de llegar temprano?- dije pensado en el señor Simón

-Joder no, ni lo digas- dijo Eddie- No pienso llegar temprano a partir de hoy, el frio esta de los mil demonios- sonreí ante la idea de un Eddie congelado

-También yo llegare tarde- todos no reímos del comentario de Jackson

-Tú- dijo Eddie- el señor puntual en todo- y esta vez estallo en risas

-Esa es Mike- dijo Jackson con un ceño. Me encogí de hombros no me importaba si quería ponerme como la responsable.

Avente mi mochila en la primera mesa que encontré vacía, aventar mi mochila se me estaba haciendo costumbre.

Y me di cuenta que el vaso de leche que me había tomado en la mañana necesitaba ser expulsado

-Voy al baño- le susurre a Jess

-Te acompaño- Jess me siguió hasta la puerta

-No vas a dejar tu mochila- le pregunte a Jess extrañada de que no hubiese aventado su mochila junto a la mía

-Cierto- se regresó y aventó su mochila- quizá por ahí nos encontremos a Eico- me tomo del brazo

Ahora todo tenía sentido, no me acompañaría del todo al baño iríamos más bien en busca del "amor de su vida", Eico. Jess me había contado mil veces la historia de cómo se habían conocido y como habían empezado a salir, básicamente un cuento de hadas o eso me había dicho Jess. Eico no era el chico del que se esperase precisamente un amor juvenil con todo lo que conlleva, sus pircings y sus primeros tatuajes, que cubrían la mitad de su brazo derecho, lo hacían ver como cualquier chico "malo e indomable", pero aun así cuando miraba a Jess cambiaba completamente esa fachada.

Después de caminar en silencio llegamos al baño

-Te espero aquí nena

-¿Y Eico?

-Esperaba que me acompañaras a su salón- dijo Jess con ojos de gato

Asentí y me metí al baño. Como lo esperaba el baño estaba inundado por chicas que como yo tenían la vejiga pequeña. Maldije a los baños, me maldije a mí y a las vejigas de las demás chicas. Después de media hora pude pasar y hacer todo lo que necesitaba. Seguramente Jess se habría escapado e ido a buscar a Eico sin mí, sin embargo cuando salí estaba ahí como una buena amiga

-Listo

Nos dirigimos en busca del salón de Eico con Jess contándome la historia de cómo le había regalado un ramo de rosas gigante la semana pasada

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⏰ Última actualización: Jun 23, 2020 ⏰

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