¡Bom, Baby! [KiriBaku]

Capítulo 3.- Compras «Primera Parte»

Mentiría si dijera que no se sentía mal por como Jirou había reaccionado pero tenía que ser paciente.

Soltó un suspiro para llevar su mano a la mordida que se encontraba en su cuello, era invisible para todos.

—Lo que depare el futuro, Jirou es mi vida— susurro Denki dejándose caer en la cama.

A veces entregarse demasiado en una primera relación no era bueno, el lo sabía porque podían existir varios inconvenientes que hacían que no estás no funcionarán.

Ok tal vez, el hecho del salir con el chico más masculino de toda la UA era demasiado irreal o incluso una especie de sueño que todo chico o chica tenía.

Pero para el era una especie de milagro lo que le había sucedido, porque siendo honesto consigo mismo, el no se consideraba atractivo ni mucho menos creía ser aceptado por su orientación sexual por Bakugou pero vaya que el mundo es pequeño.

En un futuro no muy lejano le agradecería a Denki por haber le contado sobre el pequeño juego que el y su novia estaban teniendo, lo cual le recordó lo que había sucedido en la tarde, ¿Quién se iba a imaginar tal escena?.
Denki no era un chico muy masculino pero estaba completamente seguro que todos los chicos en las relaciones heterosexuales eran tipo dominantes, jamás se había imaginado que su amigo fuera el sumiso en una relación pero bueno no tenía que darle muchas vueltas al asunto. Ahora necesitaba descansar para el día de mañana aunque no tenía ni idea para que Bakugou lo había citado aunque claro que era para la tarde.

Ya mañana se estaría cuestionando sobre lo que había ocurrido hoy, con calma se dejó acostar en su preciada cama para finalmente dormir.

Ya al día siguiente se encontraba vistiendo un shot de color negro combinado con un suéter azul marino, unos tenis negros y una gorra negra que se coloco un poco diferente. Se veía bastante bien, después de revisar que llevaba dinero y su celular salió de su habitación.

En la sala de entretenimiento, se encontraban Sero, Denki y Mineta jugando videojuegos, iba a pasar de largo pero Sero lo detuvo.

—¿A dónde irás?— le preguntó Sero.

—A dar una vuelta o a comer algo— contestó con un poco de nerviosismo volteando se a mirarlo..

—¿Solo?— preguntó Denki.

—¿Con quién más iría?— respondió.

—Podrías invitar a una chica de enormes senos que estos choquen en la mesa— opinó Mineta, mientras Denki lo miraba avergonzado y Sero lo veía con cierto asco.

—Mineta guarda silencio que dudo que a ti te den una mesa para que comas con tu muñeca inflable— se burló Sero haciendo que Denki estallara en carcajadas por eso.

—Con solo imaginarme eso, creo que moriré a causa de la risa— dijo Denki.

—Bueno me tengo que ir— se despidió Kirishima comenzando a alejarse de sus amigos y del marrano de Mineta.

Lo que menos quería es que le hicieran más preguntas, tenían un poco de derecho hacerlas pero le estaban quitando tiempo cuando eso era lo que más estaba necesitando ahora.

Miró la pantalla de su celular para comprobar la hora, faltaban cinco minutos para la hora que había acordado con Kirishima. Soltó un suspiro para después guardar su celular.

Observó a gente que pasaba por si llegaba a notar la cabellera rojiza de su compañero, aunque en sí no sabía cómo debía de tratar a Kirishima ahora, si iban a experimentar con el juego de Daddy kink pero le era difícil asimilar lo que el le había propuesto a Kirishima.

—¡Bakugou!— le gritó Kirishima corriendo a donde se encontraba el.

Hizo una mueca de fastidió, al tío no se le ocurrió también traer un maldito megáfono para que todo el jodido mundo lo escuchará, sin duda Kirishima no era algo discreto en algunos detalles.

No tardó mucho en llegar, tomó un respiro para observar la vestimenta de su acompañante, Bakugou traía puesto un pantalón gris con unos tenis negros y una sudadera roja.

—Lamento si te e hecho esperar esperar— se disculpó Kirishima haciendo una leve inclinación.

—Ya guarda silencio pelo de mierda, que llamarás la atención de todo aquel que pase cerca de nosotros— se dio vuelta Bakugou para comenzar a entrar al enorme centro comercial.

—Lo lamento pero de cierta manera esto me alegra— murmuró el peli-rojo con una sonrisa.

—Claro idiota— se burló Bakugou.

Ya había comenzado una pequeña faceta de lo que tenía pensado, no por algo había investigado lo necesario para poder manos a la obra en este pequeño fuego de intensidad.