Destined 《KookV》

10

La mañana siguiente, Jungkook despertó mucho antes de que la alarma sonara, no había podido dormir como quería, el pensamiento constante de quien podía ser la persona que emitía ese agradable olor que conocía lo mantenía despierto, por lo que lo único que logró fue dar vueltas en la cama tumbando al suelo, era un completo desastre

Con pasos perezosos, se dirigió al baño, bostezó una y otra vez por lo que decidió darse una ducha fría para despertar un poco ya que empezaba a sentir las horas de sueño que le faltaban acumularse en sus ojos y en su cuerpo que se movía con lentitud y pereza

Café, hora de café

Terminando la ducha con rapidez para no caer dormido, caminó de nuevo a la habitación, escogió uno de los cientos de atuendos oscuros que tenía en su armario, unos zapatos que combinaran con el atuendo y por último, un reloj.

Una vez acomodo el último botón de su camisa, pasó el saco detrás de su hombro sosteniéndolo con una mano mientras se miraba rápidamente al espejo, se le hacía tarde, tomaría un café una vez estuviera en la empresa

-Buenos días, jefe, Yoongi ya está en la oficina esperándolo, le recuerdo la reunión de las 3 y los documentos que debe firmar para la corporación que importará nuestro producto- una voz suave detuvo al menor quien miró con atención a la joven beta, con un atuendo perfectamente organizado, mientras sostenía unos documentos en sus manos

-Gracias, Unnah y...sí sí, lo recuerdo, ¿Podrías..pedir un café cargado? ¿Y tal vez algo de desayunar? Muero de hambre- la voz grave y firme del Alfa hacia que todos al rededor sintieran una presencia dominante, justo como la del antiguo dueño

-Sí, señor- la mujer hizo una leve reverencia para luego dejar los documentos sobre la mesa y tomar camino hacia el ascensor para ir por lo que le habían pedido

Caminando en dirección a la oficina, Jungkook escuchó al otro lado de la puerta a su socio quien gritaba algo molesto por lo que se apresuró a entrar y vio a Yoongi gritar por teléfono mientras miraba unos papeles sobre la mesa, sin querer interrumpir, se dirigió a su escritorio se sentó sobre su cómoda silla de cuero y esperó a que el mayor colgara la llamada

-Tsk..-una queja salió de la boca de Yoongi una vez la llamada finalizó- ¿Y tú no saludas?

-¿Me hablas a mí?

-No, a los peces del estanque, claro que te hablo a ti, ¿Qué no tienes modales con tus mayores?- la voz ronca del mayor dejaba en claro su molestia.

-¿Era al teléfono tu novio? Parece que tuviste un mal día,¿Quieres consuelo?- intentando no reír el menor observó la mirada amenazante de su amigo lo que lo hizo morder sus mejillas internamente para no arruinarlo

-En realidad, era uno de tus compradores, está molesto porque le pateé el culo diciéndole que es un pésimo economista y quería hablar con el encargado pero yo era el encargado- apretando un poco los dientes Yoongi llevo una dos de sus dedos a apretar su entrecejo intentando mantener la calma

-Sí... tenemos muchos de esos así últimamente- el menor río un poco mientras se acomodaba mejor en su asiento

-¿Hiciste lo que te dije?

-¿Qué cosa?

-Ir al lugar que te recomendé

-Sí.. fui anoche, como me dijiste

-¿Y bien?

No pude dormir en toda la noche pensando en alguien que no conozco

-La verdad, es un lugar sofocante y solo quieren calentarte para luego coger -el menor lamió los labios pensando en lo que diría a continuación- pero, cuando estuve a punto de irme para ir a golpearte mil veces a tu casa por obligarme a ir a ese lugar, sentí un olor y no era cualquiera, era más fuerte casi podía sentir que lo tenía en mis manos y empecé a seguirlo..-