Capítulo 4

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Siento un fuerte dolor de cabeza y un montón de voces a mi alrededor.
¿No ven que estoy tratando de dormir?
Deberían callarse de una vez por todas.
Ya harta de tantos gritos recuerdo que mi hermano está en el hospital y me despierto de golpe, la luz de la habitación en la que me encuentro me deja ciega por un momento y trato de adaptarme a lo que tengo a mi alrededor.

Siento como alguien me abraza fuertemente y me asfixia.

— ¡Diablos! Sueltame. - demandó cansada.

— lo siento, lo siento, me asusté. - dice April entre lagrimas.

Es demasiado exagerada, ni que me hubiera pasado algo malo, solo me desmaye, estaré bien.

— cálmate amiga, estoy bien. - le digo dándole una de mis mejores sonrisas.
Miro sobre el hombro de ella y veo a Brooke y al imbécil de esta mañana, ruedo los ojos.

— me alegra que estes mejor Beth - dice Brooke.
Le sonrió sincera.

— bien, dejémonos de bobadas y vamos, necesito verlo. - les digo mientras me levanto.

— espera Beth, el doctor quiere verte. - dice April.

— deja la bobada, estoy bien. - le digo mientras ruedo los ojos y camino a la puerta.
Pero antes de tomar la perilla estoy en el hombro de alguien y nuevamente en la camilla.

— deja el drama, después verás a tu novio - dice fastidiado - solo te verán un momento y podrás irte.

Lo miro con rabia, ¿Quién carajos se cree?.

— eso no es de tu incumbencia.
Le digo para levantarme y salir.

Camino directo a recepción nuevamente y exijo ver a mi hermano, la chica que me atiende me dice el número de la habitación y que si deseo puedo quedarme hasta que le den de alta.
Corro al ascensor y subo al quinto piso para buscar la habitación 503.
Le envío un mensaje a April para decirle donde estaré y que me alcance.
Cuando llego a la habitación me tomo mi tiempo para entrar y ver cómo está.

Después de tomar como miles de suspiros entro y lo veo en la camilla con muchos cables a su alrededor y demasiados tubos.
La imagen me aterra y me quedo paralizada en la puerta.
Tiene moretones, el brazo enyesado, el labio partido y puntadas en el abdomen.

¿Cómo pudo hacer esto con mi hermano?
Hemos hecho todo lo que ha pedido, cada cosa, hasta las que no queremos, ¿Y él solo se atreve a hacer esto?
Siento como alguien me observa a mis espaldas y me empuja lentamente hasta dejarme al lado de la camilla.
Veo a mi hermano y entre lagrimas lo abrazo cuidadosamente. Se que está bajo los efectos de la anestesia entonces no podrá verme llorando y no podrá regañarme.
Lo observo y acaricio su rostro mientras pienso como matar a ese maldito.
Prometo vengarte hermanito, esto no quedará así. Es una promesa.

Levanto la mirada y veo al imbécil observarme fijamente.
Ruedo los ojos porque no entiendo que hace aquí, ni conoce a mi hermano.

— ¿Que haces aquí? - le pregunto.

— estaba con él cuando todo paso, estaba enseñandome la universidad cuando todo ocurrió. - dice despreocupado.

— bien, gracias por traerlo, pero no tienes porque seguir aquí. - le digo y vuelvo a observar a mi hermano.

— estoy aquí porque igual es mi amigo, también me preocupo por él. - dice.

No le digo nada, realmente no sabía que era amigo de mi hermano, tampoco es como que me importe.
Me quedo un rato más mirando a Ty y siento como vibra mi teléfono.
Es un mensaje de April avisándome que llegaron mis padres.
Palidesco al instante y me limpio las lágrimas rápidamente, si me ven llorando sabrán que algo malo paso.

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