Labios Compartidos Pt.1

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Sofía cerró la puerta de su cuarto con fuerza, se aferró a la primera pared que tuvo a su alcance y trato de analizar nuevamente lo que acaba de pasar.

Miro a su alrededor, y el reflejo en el espejo de su habitación le regreso la mirada. Su cabello ondulado y teñido rubio se había despeinado por completo en el acelerado trayecto de vuelta y desentonaba con el trabajado maquillaje que llevaba encima. Recordó brevemente el esfuerzo que le dio a su vestimenta esa mañana mientras se adentraba en dirección a su cama. Necesitaba sentarse.

Es difícil para cualquiera ser testigo de un crimen, aun mas, cuando se trata de un ser querido quien lo comete.

Y aunque la comparación no era exactamente precisa, las circunstancias para ella no tenían precedentes y, por lo tanto, punto de comparación. Aunque si podía decirse que Sofía acaba de entender a la perfección aquel dicho sobre "estar en el lugar equivocado en el momento equivocado".

Su cabeza le daba vueltas, no esperaba que las cosas resultaran tan complicadas, de verdad no planeaba encontrarse en una situación como esta, todo hubiese sido más sencillo si no hubiera decidido ir a visitar a su hermana justo en ese día, si solo se hubiera quedado en casa como cualquier otro sábado ordinario.

"Que mala suerte" – pensó

Y de verdad analizó aquella frase por un momento. Coincidencias tan desafortunadas parecían imposibles de ocurrir a menos de que alguna fuerza externa deseara ponerla en aprietos cada vez que se decidía a realizar algo relacionado con sus sentimientos. No era la primera vez que se enfrentaba a una situación completamente inesperada mientras se disponía a realizar algún tipo de acción que afectara a su vida sentimental. No podía entender porque, ¿acaso estaba pagando algo? o ¿cuál era la razón por la que la vida parecía ordenar todo a su alrededor para que ella desistiera de alterar el curso de ciertas cosas?

Una vez en su cama, se quedó mirando fijamente el techo, intentando calmarse, estaba en casa de sus padres, en su cuarto, ahí estaba segura.

Por un momento intentó recapitular todo lo acontecido, pero la situación le pesaba demasiado para manejarla ella sola. Así que decidió relajarse primero, enseguida tuvo una idea para lograrlo.

No era la primera vez que llamaba a su amiga Miranda en este tipo de circunstancias, Sofía era una persona muy sensible, y desde hace mucho tiempo aprendió que la mejor manera de dejar fluir sus emociones era contarlas a alguien más. Afortunadamente tenía una muy buena amiga que siempre estaba presente para escucharla en esos momentos.

Miró el reloj, sábado por la tarde, estaba segura de que Miranda estaría desocupada.

El teléfono solo sonó por unos segundos.

— ¿Hola?

La voz del otro lado del teléfono la hizo sentir más tranqula, su amiga no entendería el ímpetu de la situación hasta que se lo explicara, así que se tranquilizó con la intención de poder transmitir el cambio de humor a su amiga, a continuación, tendría que contarlo todo desde el principio, eso le ayudaría a repasar la situación a ella también

Luego de un breve inicio de conversación, Sofía inicio a contar lo que realmente quería decirle a su amiga

— Algo pasó... — el silencio al otro lado de la línea le hacía saber que su amiga le prestaba atención — hoy... fui a ver a mi hermana

— ¿Hoy? Creí que los sábados salía con Tristán.

— Si, justamente quería hablar con él.

— Oh vaya, — un silencio, pues ella sabía bien las intenciones de su amiga — ¿Lo hiciste hoy? ¿y que paso?

Sofía repasó un momento en su mente. Sabía que este era el momento ideal para hacer catarsis sobre lo que pasó. Reconstruyó todo en su mente desde el principio mientras se lo platicaba sin interrupción a su amiga, evaluando ella misma sus palabras.

Real LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora