Capítulo 33: No me conduzcas a la tentación
Descargo de responsabilidad: Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto y Percy Jackson es propiedad de Rick Riordan. No soy dueño de esto de ninguna manera, así que por favor no me demanden.
Capítulo 5: No me lleves a la tentación
Mientras corríamos tras la araña de metal, estaba tratando de contemplar cómo Luke puso sus manos en dos piedras infinitas. Corrimos por un túnel de mármol, luego nos precipitamos hacia la izquierda y casi caemos al abismo, canalicé el chakra a mis pies para detenerme. El túnel continuaba frente a nosotros pero no había piso.
"Entonces, ¿cómo podemos cruzar?" Koichi preguntó. Nico, Annabeth, me miré el uno al otro
"¿Estás pensando lo que estoy pensando?" Pregunté, Nico y Annabeth asintieron, luego salté a la pared y corrí a lo largo de ella, Nico y Annabeth corrieron detrás de mí y aterrizamos al otro lado.
"Entonces, ¿cómo vamos a cruzar?" Okayasu me gritó.
"Kamui". Enfoqué mi ojo en ellos.
"¿Kam-?" Josuke comenzó tan pronto como comenzó, todos estaban absortos en mi dimensión de bolsillo y luego los solté al otro lado y continuamos nuestro camino. Seguimos moviéndonos y pasamos un esqueleto arrugado en el túnel. Eran los restos de una camisa de vestir, pantalones y corbata. La araña no disminuyó la velocidad. Me puse una pila de trozos de madera, pero cuando encendí una luz sobre ellos me di cuenta de que eran lápices, cientos de ellos, todos rotos por la mitad. El túnel se abría a una habitación grande. Una luz ardiente nos golpeó. Una vez que mis ojos se ajustaron, lo primero que noté fueron los esqueletos. Docenas cubrían el suelo a nuestro alrededor. Algunos eran viejos y blanqueados. Otros fueron más recientes y mucho más asquerosos. No olían tan mal como los establos de Geryon, pero casi. Entonces vi al monstruo. Se paró en una tarima reluciente en el lado opuesto de la habitación. Tenía el cuerpo de un enorme león y la cabeza de una mujer. Hubiera sido bonita, pero su cabello estaba recogido en un moño apretado y llevaba demasiado maquillaje, así que me recordó a mi maestra de coro de tercer grado. Tenía una insignia de cinta azul clavada en su pecho que me llevó un momento leer: ¡ESTE MONSTRUO HA SIDO EVALUADO EJEMPLO!
"Esfinge." Tyson gimió, sabía exactamente por qué estaba asustado. Cuando era pequeño, Tyson había sido atacado por las patas de una Esfinge y desapareció. Annabeth comenzó a avanzar, pero la Esfinge rugió, mostrando colmillos en su rostro humano. Las barras cayeron en ambas salidas del túnel, detrás de nosotros y al frente. Inmediatamente el gruñido del monstruo se convirtió en una sonrisa brillante.
"¡Bienvenidos, concursantes afortunados!" ella anunció. "Prepárate para jugar ... ¡RESPONDE A ESE ACABADO!" Un aplauso en lata estalló desde el techo como si hubiera altavoces invisibles. Los focos se extendieron por la habitación y se reflejaron en el estrado, arrojando brillo disco sobre los esqueletos en el piso. "¡Fabulosos premios!" dijo la esfinge. "¡Pasa la prueba y avanzarás! ¡Falla y yo te comeré! ¿Quién será nuestro competidor?" Annabeth me agarró del brazo.
"Tengo esto", susurró. "Sé lo que va a preguntar". No discutí demasiado. No quería que Annabeth fuera devorada por un monstruo, pero pensé que si la Esfinge iba a preguntar adivinanzas, Annabeth era la mejor de las que podíamos intentar. Dio un paso adelante hacia el podio del concursante, que tenía un esqueleto en un uniforme escolar encorvado sobre él. Empujó el esqueleto fuera del camino, y cayó al suelo. "Lo siento", Annabeth le dijo.
"¡Bienvenida, Annabeth Chase!" el monstruo lloró, aunque Annabeth no había dicho su nombre. "¿Estás listo para tu prueba?"
"Sí", dijo ella. "Pregúntale a tu acertijo".
