Cápitulo 3

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Declaran desaparecido a Zayn Malik, hijo del empresario Yaser Malik, desde ayer por la noche después de no encontrarlo en su residencia en Las Vegas. La policía aún está buscando testigos, las únicas personas que habían viajado con el también están desaparecidas…

El somnífero había hecho efecto en el desde que habían partido de Las Vegas. No específicamente en un avión de primera clase, si no más bien un agencia de la que ella jamás había oído hablar. Con amenazas, algunos gritos y llantos, Liam había logrado que Zayn no hablara en todo el viaje. Que carácter tenía Zayn. Discutía tanto con él como podía. Cada vez que tenía la oportunidad, ¿acaso no sentía ni un poco de miedo con él? , era diferente…muy diferente a cualquier otro.

Liam lo tomó del brazo, después de ocho horas de viaje, era la primera vez que lo tocaba. Lo sostuvo fuertemente, Zayn solo cedió. Liam metió las llaves del departamento en la cerradura y procedió a abrirlo. Hizo entrar a Zayn.

—¿Te gusta?—le preguntó a Zayn, refiriéndose al departamento.

—No.—le respondió el. Seco. Y con un hilo de voz. De inmediato se adentró más al pequeño cuarto que Liam había conseguido para los dos.

—¿Pensabas que iba a comprarme una suite solo para tenerte a ti?—lo vio entrar. Delicadamente posó sus ojos en el cuerpo de Zayn, sin que el lo notara del todo. Relamió los labios ahora al observar su delicioso trasero, y sí…tal vez pensar un poco…todo lo que haría con él. Cerró la puerta del departamento, solo él sabía cómo asegurarla por si Zayn quisiera escapar. Dos candados. Tres y después se hicieron cuatro. Una barra de seguridad. Y otra amenaza.—creo que no tengo que volver a repetirte lo que te pasaría si intentas salir ¿no?

 Zayn ni siquiera le respondió. Su cuerpo empezaba a debilitarse. Ahora más que nunca deseada dormir. El somnífero de Liam, que él había utilizado en su pañuelo, le había hecho efecto…o tal vez solo deseaba llorar un poco en algún lugar lejano, sin que él pudiera verlo.

—Necesito dormir…—le confesó Zayn. Liam la miró de reojo. No es que realmente le importara lo que el necesitaba, su misión era solo tenerlo y exprimir todo el dinero que pudiera conseguir de el, pero de alguna u otra manera… quiso atenderlo. 

—No hay lugar.—le dijo Liam. Por primera vez se atrevía a mirarlo a los ojos. Zayn también lo hizo.—esto no es un hotel, lindo.

—No necesito una cama, solo necesito dormir.—le dijo él, ahora con la voz debilitada. ¿Qué le pasaba? De pronto se sentía peor que nunca. Descompuesto. Lo último que le faltaba en ese momento era enfermarse.

 Liam escuchó sus últimas palabras. Se adentró a la única habitación que había en ese pequeño departamento y entrecerró la puerta para que Zayn no pudiera observar lo que hacía haya adentro. Sacó un par de sábanas y una manta gruesa para luego tenderlas en el piso.

—Duerme aquí.—le dijo él. Frío. Como siempre. Zayn lo escuchó y fue hasta la habitación en donde Liam estaba.

—Gracias…—susurró él, sorprendido. No se esperaba ese gesto de un secuestrador. Levantó la mirada, que guapo era…de verdad… le gustaba mucho mirar sus ojos. Aunque pareciera una tontería.

 Liam asintió.

—Zayn…—murmuró él. Y a Zayn le dio un pequeño escalofrió al escuchar su nombre entre sus labios. Tanto que llegó a erizarle la piel.—no causes problemas ¿sí? No quiero tenerlos contigo.—le dijo, antes de cerrar la puerta de la habitación. Con todo esto no había llegado a preguntarle su nombre, ¿Cómo es que se llamaba? Aún no lo sabía. Pero después de todo no había resultado tan mal… observó lo que había hecho por él para que pudiera dormir y le dieron ganas de llamarlo…preguntarle su nombre…se rio de él mismo al escuchar sus propias fantasías.

¿Qué dirían sus amigos de algo como eso? , volvió a reírse. Ahora se concentró en su ropa. No se la cambiaba desde ayer. Como odiaba aquello. Volteó a mirar la puerta de la habitación, completamente cerrada…no perdería nada si se cambiaba ahí mismo. Así que se quitó la ropa que traía desde ayer y se adentró en el pequeñísimo baño que había dentro de la habitación, colocándola sobre el lavadero. Su boxer quedó al descubierto. Se quitó los zapatos, deseoso por descansar por fin… salió del baño, después de haber lavado como pudo su ropa y dejándola secar y al cabo de eso… se acostó sobre las sábanas que habían en el piso.

Pero que buena estaba…muy bueno, buenísimo. Con todo en su lugar. Y si empezaba por las piernas, pararía en un lugar prohibido que su lengua moría por probar. ¿Qué pasaría si se lo comía ahora? Liam intentó aguantarse las ganas. Miraba todo desde la puerta. ¿Es que acaso era un plan para empalmarlo como nunca en su vida? Relamió los labios, ahora mirándole el abdomen, esos músculos marcados…deseó tanto lamerlos ahora mismo, hasta hacerlo gritar tan fuerte como podía, era su única petición. Hacérselo. Tanto. Duro. Durísimo. Meter su miembro entre esas piernas. Hacerlo gozar hasta escucharle pedir más y más. Cierra la maldita puerta… se dijo a sí mismo. Dándose cuenta de la enorme erección que ahora adornaba sus pantalones con solo mirarlo tendido sobre esas sábanas, con unos bonitos boxers negros…y cuanto amaría sacárselos con los dientes ahora… dijo entre sus pensamientos. Oh carajo…que guapo. Entra y tómalo… le dijo su subconsciente muy dentro de él. Liam cerró y abrió los ojos rápidamente, necesitaba irse de ese lugar antes de que pudiera terminar irreconocible con él. Haciéndoselo con todas sus fuerzas. Cerró la puerta sigilosamente. Vaya, estaba empalmado y con la vista más nublada que nunca, necesitaba hacerlo. sexo duro con alguien, ahora mismo. Y no se aguantaría las ganas. 

Secuestro - Ziam (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora