Yesung tenía 14 años cuando lo conoció. Sabía que estaba mal, pero aún así mantuvo esos sentimientos muy dentro de el.
Actualmente tenía 20
–Yesung-hyun, Melo es muy linda.
Su corazón se aceleró ante la lindura que Kim Ryeowook emitía.
–¿Eso crees?
–Por supuesto –hizo un puchero– Melo es la perrita más linda del mundo.
Agarro el teléfono y tomó una foto para guardarla– Cuando quieras puedes venir.
–¿De verdad? Omma dice que no debo molestar a Yesung-hyung
–No es molestia –acarició sus cabellos castaños– Me alegra que vengas a visitarnos
–Lo visitaré más seguido, lo prometo.. Pero luego Yesung-hyung no está
–Últimamente tengo más clases de lo normal
–Quiero tener 20 para ir ala Universidad con Yesung-hyung
–Tienes que estudiar mucho ¿Ya sabes que carrera elegir?
–Hmm pues.. –colocó un dedo sobre su boca– Quiero ser maestro... O abogado... O Chef... O contador... También actor no está tan mal
–Pues tienes que esforzarte mucho, y sacar 10 en todos tus exámenes hasta que entres ala Universidad
El castaño se levantó del piso y se acercó al pelinegro– ¿Y si saco muchos 10, Yesung-hyung que me dará?
–Mocoso.. –le jalo las mejillas– lo que tu quieras
–¿DE VERDAD?
–Por supuesto
–¡Entonces ya se que quiero! –dijo soltando a Melo.
–¿Que quieres? Te lo daré si esta a mi alcance
–¡Quiero un beso!
Arqueo la ceja– ¿Que?
–Quiero un beso como los que Appa le da a Omma
Yesung por primera vez no supo que decir.
–¿Me lo darás?
Yesung sabía que Ryeowook no comprendía lo que pedía, apenas tenía 11 años. No vio nada malo en aceptar– Esta bien, lo prometo. Pero nadie debe saber.
–¿Por la garrita? –Wook levanto su mano derecha.
–Por la garrita.
_______
Aquella promesa quedó en la mente del pelinegro. Pero sabía que el castaño era tan solo un niño que no sabía lo que significaba aquello que pedía.
Durante años vio crecer al castaño.
Lo vio ser feliz, tener amigos o quizás novios (aunque eso le enfurecia, porque aún añoraba ese viejo sentimiento), vivir todas las experiencias de ser adolescente.
Llevaba más de 10 años con esos sentimientos. Tenía que ponerle fin. Era hora de seguir adelante
¿Realmente podría?
______
Tocó el timbre una y otra vez, sabía que su vecino había llegado porque la luz del estudio estaba encendida.
La puerta se abrió, su vecino le sonrió.
Su vecino era un hombre alto, de cabello azabache y preciosos ojos oscuros.
–Hola Wookie, pasa.
–Gracias Yesung-hyung
Yesung observo entrar al castaño. El uniforme le quedaba perfecto– ¿Necesitas ayuda?
Negó y se acomodo en el sillon– No, yo... Yo quería hablar con Yesung-hyung
–Ya veo, ¿cafe o té?
–Ninguno
Aquello extraño al pelinegro, se sentó alado de Wook– ¿De que quieres hablar?
Medio su mano en el bolsillo de su uniforme y le entregó el papel al pelinegro– Hoy nos dieron nuestros resultados finales.
–Woow felicidades, te has esforzado mucho –le revolvió el cabello.
Ante ello Ryeo se paro abruptamente mirando al contrario
–Yesung-hyung me hizo una promesa.
–¿Eh?
–Desde aquella promesa eh sacado 10. Yo.. Quiero mi recompensa.
–Oh.. –Yesung se pasó las manos por el cabello– Eras tan solo un niño... Yo..
–Se que para Yesung-hyung no significa nada.. Pero para mi significa mucho...
–¿Que? –el pelinegro se quedó helado, el castaño se subió encima de el y lo empujó más contra el sofá.
–Yo... Yo todo este tiempo he deseado ser besado por Yesung-hyung.. Por probar sus labios, sentir su aroma.
Mientras Ryeowook decía todo eso, tocaba de más a su mayor.
–Yo amo a Yesung-hyung –susurro antes de besar al pelinegro.
Atontado, correspondio el beso.
Pronto la calidad sensación se volvió fogosa. El castaño se restregaba contra su pelvis– Wookie, Wook, espera.
–No quiero esperar más –dijo antes de empezar a desabrochar el cinturón ajeno.
–¡Wook! –detuvo las manos del castaño–
Las lágrimas de Ryeowook empezaron a caer por sus mejillas– Y..yo se que soy un niño comparado con Yesung-hyung. Es todo un hombre adulto.. Yo se que no le interesa un mocoso.. Pero yo, desde siempre eh amado a Yesung-hyung
Yesung beso los labios del menor– Siempre te he amado.. Pero te llevó muchos años.. No quiero que te arrepientas
–No lo haré, yo deseo ser de Yesung-hyung
–Siempre serás mío –mencionó antes de volver a besar al castaño.