𝐸𝑙 𝑚𝑢𝑛𝑑𝑜 𝑑𝑒𝑠𝑒𝑎𝑑𝑜 𝑑𝑒 𝐴𝑜𝑚𝑒 [𝐼𝑛𝑢𝑌𝑎𝑠ℎ𝑎]

❮↠ɪɴᴜʏᴀsʜᴀ↞❯

❝~Narra la autora~❞

- Sacerdotisa Kaede, ¿Cómo está la señorita Aome? - preguntó el monje Miroku mientras miraba a la inmóvil colegiala.

- No recibió daño alguno pero no ha despertado. - habló con seriedad la anciana tocando la frente de la joven - Aún tiene mucha fiebre. - le puso un paño húmedo en la frente.

- Aome... Despierta pronto. - susurró Sango.

- ¿Dónde se encuentra Inuyasha? - preguntó la anciana con su misma expresión de seriedad.

- No ha regresado desde que la señorita Aome se encuentra en ese estado. - habló el monje - Creo que deberíamos ir a buscarlo, Sangito.

- ¡Monje pervertido! - el monje había aprovechado para tocarle el trasero a su amiga, quién tras el acto le dio una cachetada.

- Lo lamento Sangito, te veías tan sola y triste, así que mi mano, que está maldita, quiso hacerte compañía. - dijo con un poco de temor.

- Shippo. - llamó Sango ignorando al monje - Cuida de Aome mientras vamos por Inuyasha.

- Sí. - asintió decidido - Debo cuidar de Aome mientras está dormida. - la miró preocupado - Espero que despierte pronto...

- Ahora sí podemos irnos, su excelencia. - dijo con un tono frío y molesto.

×~Con Inuyasha~×

- Maldición. ¿Cómo permití que sucediera ello? - seguía golpeando al árbol que tenía en frente - Maldita sea. Aome. Si no hubiera sido por qué me distraje no estarías así.. Primero Kikyo.... ¡Ahora tú! ¡No! No permitiré que Naraku se adueñe de tu alma. Sólo lucha.

•~En el mundo de ensueño~•

- ¿Eh? ¿Ya me van a dar de alta? - le preguntó a una enfermera que recogiendo algunos papeles.

- Señorita, usted ya está dada de alta. - la colegiala aún confundida se paró de la cama - Recuerde que fue diagnosticada con "Amnesia Retrógrada". Sus recuerdos volverán en cualquier momento y tiene que estar preparada. - asintió ligeramente y salió del hospital.

- ¡Aome!

- ¡Señorita Aome! Qué alegría que haya salido al fin del hospital.

- Amm, S-Sí... Ya me tengo que ir. - intentaba relacionarse lo mínimo con todas esas personas.

- ¿Por qué estás tan distanciada de los demás, hermana? ¿El amigo albino te hizo algo malo? - preguntó preocupado.

- ¿Qué? N-No... Sólo tengo queee..... - pensó rápidamente en una excusa -
Vamos, Aome, encuentra una excusa rápido. Prepararme para los exámenes. No recuerdo cuando eran.. jajaja.. - se puso muy nerviosa.